La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se ha decidido a imponer una sanción de casi 8 millones de euros a Repsol, Cepsa y BPestaciones de servicio, incluidas las que son titularidad de terceros y que, por tanto, deberían poder establecer sus propias tarifas. Hace tiempo que el sector viene denunciando esta situación. Incluso los servicios jurídicos de la Comisión Nacional de Energía (CNE) se hicieron eco recientemente de las consecuencias de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a cerca de la nulidad de la mayoría de los contratos de suministro que mantienen las petroleras con terceros. Ha pasado casi un año desde el último de estos fallos y apenas ha habido avances. Ahora, con la última sanción y el anuncio de un informe de la CNC sobre la competencia en el sector, los días de la poca concurrencia podrían empezar a acabarse. También tendrá mucha importancia lo que determine en septiembre el Tribunal Supremo sobre esta cuestión. El cerco a la escasa competencia parece que se acerca, a la vez que lo hace también un mercado con más diferencia de precios. Esperemos que así sea y que, por una vez, se impongan los intereses de los consumidores y de la sociedad en general, y no solo los de unas pocas compañías. Sería bastante bochornoso que, al final, fuera la Comisión Europea la que, como ha advertido en alguna ocasión, tuviera que tomar cartas en el asunto ¡Qué vergüenza!
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