domingo, 23 de diciembre de 2007

Salario de carroña

Provocar una hecatombe tiene premio. Si no, que se lo digan al presidente del banco de inversiones Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, que ha recibido un bono de fin de año de unos 68 millones de dólares --no hace falta traducirlo a euros porque es igual de escalofriante--. Se trata de un premio récord en Wall Street, cuando el sector se esfuerza por superar la crisis de los créditos inmobiliarios de alto riesgo o subprime. Y aunque no sea uno de los responsables de la crisis ¿no sería más ético renunciar a este bochornoso derecho? Bueno, lo cierto es que si hay que aplicar ajustes en la entidad bastará con despedir a unos miles de empleados de base. ¿No ha sido y es así desde hace años? Habrá que cambiarlo algún día, creo yo. El principio de que hay que primar al que se lo merece se ha desvirtuado. Goldman se ha beneficiado, al contrario que la mayoría de los bancos de inversiones de Wall Street, de apostar por la llegada de la crisis subprime. Increíble, pero cierto. Ha ganado miles de millones de dólares gracias a la desgracia ajena. Es el capitalismo carroñero a la máxima potencia. ¿Es eso negocio como mandan los cánones o es simple y llanamente aprovecharse? Seguro que es una y otra cosa a la vez, pero lo que es verdedad es que encima tiene premio. Y sustancioso para quien apuesta por actuar con estos métodos. Los datos sobre retribuciones de los directivos de las grandes compañías de EEUU, publicados pore supervisor bursátil del país, la SEC, hablan por sí solos.