miércoles, 26 de septiembre de 2012

Administración: más cerebro que músculo

Me ha gustado mucho el símil que ha empleado el profesor de Esade y secretario general de esa institución, Francisco Longo, para referirse a las necesidades de una nueva administración pública. "Más cerebro que músculo", afirmó en una sesión organizada por la fundación de la empresa Aigües de Barcelona (Agbar). Y es que, a su entender, el del sector público español no es un problema de tamaño o dimensión. Es más, incluso hay países que le superan en la ratio empleados públicos por habitante. La clave está en quiénes son, qué hacen y cómo están gestionadas las plantillas públicas, afirma. Longo entiende que hay un exceso de mano de obra poco cualificada y carencia de profesionales de alto nivel, que en el sector público se realizan demasiadas actividades que podrían llevar a cabo otros agentes del mercado y una gestión muy rígida y sujeta a vaivenes políticos. En todo caso, las administraciones solo han emulado un mala práctica del sector privado: los contratados suelen ser sobre los que recae la mayoría del trabajo y también son las primeras víctimas --y últimas-- cuando se quiere recortar. El reto es modificar esta estructura tan rígida y politizada. Ninguna de las medidas que se han tomado hasta ahora se han dirigido hacia esos objetivos. "Ha habido recortes, no reformas", avisa Longo. Porque reducir por reducir no es la cuestión. El tema radica en ser eficiente y eficaz. Las estadísticas, que sitúan a los empleados públicos españoles entre los menos eficientes y entre los que menos horas trabajan a la semana, dice el experto, lo indican. Todas las reformas profundas del sector público se han hecho en otros países en momentos de crisis. Tal vez sea hora de hacer algo al respecto ¿no?