martes, 19 de mayo de 2015

Si le hablan de sinergias, huya

Si le hablan de sinergias salga corriendo, huya. Es el mundo de los eufemismos. En economía están muy enraizados. Es una forma muy común de despistar y de tapar con tecnicismos cuestiones mucho más simples como, por ejemplo, utilizar la palabra sinergia para no decir recorte y, generalmente, de puestos de trabajo. O el término ajuste para no decir directamente despidos o austeridad para evitar el vocablo recortes.

Todo ello está bien recogido en el libro 'Cómo hablar de dinero' (Anagrama, Barcelona, 2015). El autor, John Lanchester, afirma que sinergia no es más que otra de las muchas "gilipolleces" que circulan por ahí.

Cuando una empresa que factura un millón y gana 100.000 se une con otra que factura lo mismo y tiene un beneficio de 50.000, todo el mundo pensaría que se trata de al menos duplicar todas las cifras. Pero no suele ser así. En realidad se trata de minimizar los costes y multiplicar las ganancias.

En vez de vender el doble, o sea dos millones se pasa a vender 1,5 millones y, en cambio, el beneficio no pasa de 100.000 a 150.000 si no que puede duplicarse  o más. Y todo ello gracias, como no, a las sinergias. Con frecuencia se debe a que se reducen empleos con el pretexto de ahorrar y sacar más jugo de la organización para jolgorio de consultores, asesores y demás firmas que facturan en ma medida que se generan transacciones y fusiones muchas veces innecesarias. Pero eso será motivo para otra entrega.