martes, 19 de enero de 2010

Paro ¿Hasta cuándo?

Seamos realistas. El problema del paro es una cuestión de larga duración. Lo recordaba el otro día el profesor de IESE, Juan José Toribio. En 1995, la tasa de desempleo alcanzó su máximo, por encima del 22%. En 1993 ya se encontraba en ese nivel. No fue hasta 2007, 11 años después del récord, que se situó en su nivel mínimo, el 8,3%. Ahora la tasa de paro está entorno al 20%. Si nos fijamos en las pautas del pasado, las noticias no son buenas. No es que el pasado tenga que repetirse de forema milimétrica, pero los datos no dan mucho pie al optimismo. Basándonos en los casos anteriores, el desempleo no llegará a su mínimo hasta el 2021 y no bajará hasta cotas del 10% hasta el 2016. Solo un crecimiento económico muy rápido e intenso podría romper estos pronósticos. Pero, tal como está la situación, por ahora, parece que eso es poco probable. Para que se genere empleo, el producto interior bruto (PIB) español debe crecer el 3% o el 4%, unas tasas que, en la actualidad, son poco probables y que no volverán hasta dentro de un tiempo --este año aún registraremos retrocesos del PIB en términos trimestrales al menos durante la primera mitad del ejercicio--. Es evidente que hacen falta medidas de estímulo económico muy potentes y de revolución del mercado laboral, en vez limitarse a esperar que el viento empiece a soplar a favor. Y para eso, una vez hecho un diagnóstico consensuado, tienen que darse pasos acordados por el máximo número posible de partidos y agentes económicos y sociales. Seguro que eso contribuiría a llegar a unos niveles de desempleo más decentes y en un plazo de tiempo mucho más corto.