jueves, 25 de diciembre de 2008

Mira los clientes que tenía Madoff

Ricos y muy selectos. The New York Times recopila la lista de clientes afectados por la monumental estafa piramidal de Bernard Madoff. Ahí vemos desde un fondo del Banco Santander hasta Alicia Koplowitz, una de la smujeres más ricas de España. Se ha sumado ahora Liliane Bettencourt, propietaria de L'Oréal, imperio que heredó de su padre; y probablemente la mujer más rica del mundo, ya que a esta compañía le suma el ser la primera accionista individual de Nestlé. La lista no cesa de crecer, lo que demuestra la habilidad de Madoff para atraer dinero de acaudalados y poderosos o, como mínimo, de quienes les administraban las fortunas. Tras este escándalo valorado inicialmente en unos 50.000 millones de dólares hay muchas cosas que revisar, empezando por los sistemas de supervisión y control que, o no funcionaron o, simplemente, miraron hacia otra parte --lo que, ciertamente, aún es más alarmante--.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Recortar sin despedir

Despedir tendría que ser la última solución en épocas de crisis, como la huelga lo es cuando se quieren lograr los objetivos que se persiguen y ya se han agotado todas las vías de negociación. Más gente en la calle no hace más que empeorar la situación económica de un país al engordar las listas del paro. En una economía liberal como la de EEUU se están potenciando ideas imaginativas para evitar los recortes de plantilla. Estas van desde la congelación salarial a la semana de cuatro días laborables. Despedir no es más la constatación de un fracaso por parte de quien lo practica. Es cierto que hay veces en las que no queda otra alternativa que desprenderse de efectivos, pero otras seguramente que la empresa funcionaría mejor con otros gestores con mejores y más brillantes ideas. Los trabajadores valoran que quien les pide sacrificios practique con el ejemplo. Y lo que es más importante, que inspire confianza y tenga un proyecto de futuro. En esos supuestos seguro que los empleados estarán dispuestos a negociar soluciones para superar la crisis sin tener que reducir el empleo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

A 10 años del petróleo a 9 dólares

El petróleo está de celebración. Hoy hace justo 10 años que marcó su mínimos absoluto, en 9,55 dólares. En la actualidad, como sucedió durante la crisis del sudeste asiático hace una década, vive una fase de hudimiento por una crisis más intensa y global. Muchos expertos auguran que el barril caerá hasta los 20 o 30 dólares. Eso, además de ser consecuencia de una profunda crisis mundial, no es buena noticia para estimular las energías renovables y menos contaminantes. En todo caso, a medio plazo, los precios volverán a subir porque los campos más productivos están en declive y solo cabe esperar más petróleo en aguas profundas y otras zonas con costes de extracción muy elevados. Por eso es necesario seguir por la senda de la energía verde. No es solo una cuestión medioambiental sino de democracia. Los principales países productores son actualmente poco democráticos. Un crudo caro no hace más que alimentar sus pocas ganas de apertura política y social.

martes, 16 de diciembre de 2008

Coches con enchufe


Mientras Occidente discute cómo ayudar a la industria del automóvil, algunas industrias se apresuran a producir baterías apropiadas para los vehículos del futuro con el objetivo de ganar posiciones en la carrera de los coches verdes. La autonomía de estos vehículos y, por tanto, su éxito, dependerá de sus baterías. Uno de los últimos impulsos proviene de una compañía china, BYD, en la que el multimillonario inversor Warren Buffett adquirió el 10% del capital. Esta firma ha lanzado al mercado el primer coche dual --eléctrico puro e híbrido-- por unos 15.000 euros. Toyota y General Motors no tendrán modelos similares a la venta hasta 2010 y 2011, respectivamente. Es evidente que la tendencia debe de ir por ese camino. Y los fabricantes lo saben de sobra. Toda ayuda o apoyo debe ir por la vía de foementar una nueva estrcutura de la producción. Es posible que la revolución no nazca de la propia industria del automóvil. Los grandes cambios en el sector de las discográficas los provocó Apple con el iPod. Pero la fusión electricidad-vehículos se producirá, lo hagan unos u otros. La necesidad de abandonar el petróleo es urgente, por motivos medioambientales, pero también por motivos de seguridad y garnatías de abastecimiento. Por eso será que el presidente electo Barack Obama ha fichado a un premio Nobel de Física, Seteven Chu, para su equipo. Chu es uno de los grandes especialistas en energías alternativas. En el sector del motor, el futuro depende del enchufe y, a la vez, de una energía que se produza mediante el viento, el sol, el agua y otros elementos renovables más accesibles, baratos y sostenibles.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Wall Street huele mal

Primero fueron las agencias de calificación de riesgos (Moody's y demás), que contribuyeron a propagar los activos basados en hipotecas tóxicas. Luego la banca de inversión (los Bear Sterns y Lehman Brothers). Ahora le ha tocado el turno a un reputado gestor de fondos de elevado rendimiento: Bernard Madoff (foto). Desde luego Wall Street empieza a oler ciertamente mal. Tras varios años de éxitos este antiguo presidente del Nasdaq resulta que ha provocado la evaporación de más de 37.000 millones de euros, arrastrando a gestoras de fondos altamente especulativos repartidos por todo el mundo. ¿La fórmula? El antiguo y rudimentario --pero atractivo para quienes persiguen resultados astronómicos-- sistema piramidal o esquema de Ponzi, mediante el que los inversores reciben rendimientos extraordinarios gracias al dinero que aportan los últimos en invertir. Llega un punto en el que se rompe la cadena y no hay dinero para aquellos que se habían acostumbrado a batir al mercado y lucir unos resultados espectaculares, porque la fórmula solo funcionaría si hubiera infinitos inversores que entraran en el sistema. Evidentemente no los hay. Este monumental fraude vuelve a poner el foco en aquellos que apostaban por la libertad absoluta de los mercados, sin ninguna regla. En este caso, o bien nadie vigilaba o quien tenía que hacerlo miraba para otro lado --lo que casi es peor--. La innovación financiera, que ha propocionado indudables ventajas, ha propiciado también la creación de auténticos fraudes y engaños masivos alimentados por una globalización que solo frena a las personas, no a los bienes, servicios y dinero. Esta innovación, en el fondo, no es la culpable. Los culpables son los propios hombres, que requieren un marco legal que limite sus actuaciones ¿Acaso no lo hay para la actuación en sociedad? Las leyes nos indican hasta dónde podemos llegar sin atentar contra la libertad de los demás ¿Por qué no ha de haber reglas similares también en el voraz y agreviso mundo de las finanzas y más si es a escala global?

martes, 9 de diciembre de 2008

No todo han de ser despidos

Es cierto. Hay crisis. Las fábricas producen menos. Los servicios venden menos. Apenas se construye. Es evidente que los negocios han de adaptarse a la nueva situación. Es evidente que hay empresas que tienen excedentes de plantilla. Es evidente que, cuando las cosas van bien, se atan los perros con longanizas. Es evidente que hoy las cosas van mal y que pueden ir peor que eso. Pero ¿ha de solucionarse todo con despidos? Esa es solo una parte para la solución del problema. Al despido se apuntan todas las empresas cuando las cosas empeoran. Es un instrumento de reducción rápida de costes. Se recortan los gastos por nóminas y a otra cosa. Ya pagará el Estado, mediante los subsidios, los excesos de algunas compañías. No es más que la pura concepción de que los trabajadores son un coste, no un activo -- eso que tanto afirman muchos directivos en público, pero que, a la hora de la verdad, queda en entredicho-- Pero ¿qué hay de las reducciones o congelaciones de salario, de las rebajas de estructuras directivas gigantescas, de los gastos supletorios o innecesarios, de la factura de la luz sin apenas control? Son muchas, muchas pequeñas cosas que pueden evitar dejar sin empleo a muchas personas. Señores directivos, hay que exprimir la imaginación. Para eso se les paga. La solución del despido es la más fácil. Piensen, mediten ¿no hay otras salidas que el despido? Y para la Administración: Además de las ayudas directas o los préstamos a bajo interés ¿no hay medidas legislativas que adoptar que podrían frenar los despidos o, al menos, restarles atractivo? Pienso, por ejemplo en la suspensiones temporales de empleo y otras medidas temporales que, con algunos retoques -como que no restaran periodo de desempleo-- podrían estimular la imaginación de muchas empresas que, ante la situación actual, prefieren el depido puro y duro y rebajar la factura por la vía más dolorosa.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Y siguen habiendo millonarios

Habrá crisis, paro, depresión y otras situaciones con connotaciones sumamente negativas, pero también hay muchos millonarios. En concreto, 10,1 millones de personas en todo el mundo con activos --sin contar la vivienda propia-- con un valor superior al millón de dólares, el 6% más que en 2006, un ritmo de crecimiento bajo comparado con el de ejercicios anteriores. Pero no está mal. Fue la primera vez que se sobrepasó la barrera de los 10 millones de individuos. Equivale casi a la cuarta parte de la población española. También hay que tener en cuenta que, el año pasado, la bolsa aún daba alegrías. No como hoy. Economías emergentes como China, India, Brasil o Rusia aportaron muchos nuevos millonarios gracias a la explosión de sus mercados de renta variable, pese a que, evidentemente, EEUU es la que más tiene como país (3,028 millones). Alemania posee 826.000 del total de 3,1 millones de millonarios que hay en el conjunto de Europa y Suiza es el estado con más millonarios en proporción a sus habitantes (el 2,7% del total). Este colectivo a nivel mundial (los 10,1 millones de millonarios) se repartió el año pasado 40,7 billones de dólares, el equivalente al 40% de toda la riqueza que se generó en todo el mundo en 2007. Nos podemos imaginar los déficits humanitarios que se paliarían empleando solo una pequeña parte de esa suma para esos fines. Pero eso es mucho imaginar. En todo caso, como se avecinaba temporal, la tendencia general fue invertir en depósitos e instrumentos de máxima liquidez, así como en bonos para huir de la inestabilidad bursátil. Estos activos ya significaron el 44% del total de las carteras de los adinerados, nueve puntos más que el año anterior. Quienes tienen mucho patrimonio suelen también tener los mejores consejeros y gestores de fondos, aunque no siempre. Aún así, seguro que el año que viene, cuando se difundan las cifras que recoge el estudio anual de Merrill Lynch y Cap Gemini, el ritmo de crecimiento del número de millonarios será inferior al de 2007. Será el único consuelo que nos quede a aquellos que no lo somos.