domingo, 29 de marzo de 2009

El error de los despidos

Es la solución fácil, la más rápida. Pero ¿seguro que la única forma de salvar una empresa es deshacerse de una parte de sus activos, es decir, de sus trabajadores? Seguro que, en algunos casos, no hay otra solución, pero, en otros muchos, prescindir de plantillas puede resultar un arrreglo temporal en un momento de crisis, pero es una gigantesco error a largo plazo. ¿Cómo podrá captar talento una empresa que se ha hecho famosa por despedir cuando tiene que cuadrar las cifras? Deshacerse de empleados en los malos tiempos para luego tener que contratar y formar en los buenos no es solo más caro si no una pérdida de tiempo. Se pueden explotar figuras menos drásticas: recortes de horarios, de días de trabajo, propuestas de rebaja temporal de salario, cambios de funciones... Todo antes que despedir que, además, resulta mucho más caro de lo que aparenta, e incluso puede ser más costoso que mantener la plantilla. Pero ¿qué se puede pedir de unos directivos que solo ven en las rescisiones de contratos una vía de salvación de su propio puesto de trabajo?