jueves, 16 de octubre de 2008

Don Emilio tiene razón

No suelo concidir con los banqueros. Y menos en estos días de crisis financiera nacida de su afán de ganancias. Pero el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha culpado a los "excesos" de la banca de la crisis actual. Notable. Y más viniendo de un banquero. Aunque no sea de los que han cometido las tropelías --al menos, que se sepa--, es bueno que algún representante del sector entone el mea culpa. Se entiende que lo hace porque cree que la responsabilidad de lo sucedido es de otros --algunos de los cuales, por cierto, está comprando en unas auténticas rebajas del sector financiero internacional--. Pero es un buen comienzo. Nadie con un mínimo de cerebro puede negar que muchas entidades se lanzaron a una alocada carrera de ganancias rápidas en la que perdieron cualquier referencia a los principios esenciales de la banca y el control de los riesgos y durante la que olvidaron que, al final, administran dinero ajeno. Botín da, de nuevo, muestras de su inteligencia como banquero y como negociante que está aprovechando la crisis actual para engrandecer su banco y no para llorar y lamentarse y pedir que le ayuden. Es cierto que la banca española no ha cometido los abusos de otras, o al menos no en un grado tan mayúsculo. Pero no porque no haya tenido tentación, sino porque está más controlada y supervisada. Y también porque algunas entidades han sabido nadar y guardar la ropa sin dejarse llevar por las euforias temporales que viven los mercados. En cualquier caso, no está mal que los representantes de un sector admitan, de vez en cuando, que cometen errores. Y más si lo hacen líderes de los mismos, como es el caso. Y, aunque lo hagan para diferenciarse del resto y aprovechar el contexto para ganar unos puntos en imagen pública ¿Acaso no estamos en el mundo de los negocios?