sábado, 16 de febrero de 2008

Sin precios, pero con comisiones


Hace tiempo que lo intuía. El International Herald Tribune lo corrobora. En una época en la que la presión de la competencia empuja a la baja los precios --e incluso se producen entregas gratis de bienes y servicios-- resurgen las comisiones. Y esto afecta a todos las actividades. Los bancos, que llevan ya unos años aumentando las comisiones para compensar unos menores márgenes por los bajos tipos de interés, cargan por el manteimiento de cuentas, aunque retribuyan mejor los depósitos o carguen menos por las hipotecas. Pero no son los únicos. La caída de márgenes y, por tanto, de beneficions, ha generalizado esta práctica. Muchas aerolíneas apenas cobran por el billete, pero aplican recargos por equipaje... Es un nuevo mundo en el que la posibilidad de comparar por internet ha impulsado a las empresas a explorar nuevas vías de mantener e incrementar sus márgenes sin que lo parezca. De hecho, el servicio esencial puede llegar a ser casi gratis y va aumentando a través de recargos a medida que lo adecuamos a nuestras necesidades o deseos. Y muchas veces sin que ni siquiera lo personalicemos a adaptemos a nuestras necesidades. Así, un billete de avión puede salirnos casi por menos de un euro, pero si queremos asegurarnos un determinado asiento o asientos, llevar algunas maletas o beber algo, tendremos que ir añadiendo cantidades. Es por eso que tendremos que acostumbrarnos a analizar más las ofertas, las letras pequeñas de los contratos. Si no podemos llevarnos ingratas sorpresas. En esta nueva fase, las compañías han aprendido a aparentar que todo es casi gratis. Si no tomamos esas mínima prevenciones saldremos perdiendo porque los que aparentemente es extremadamente barato puede acabar siendo, a través de la suma de pequeñas comisiones y recargos, mucho más caro de lo que perveíamos. Quién sabe si, con el tiempo, bajará el precio de determinados productos, pero, en contraprtida, algunos establecimientos cobrarán una pequeña entrada. Seguro que algún emprendedor ingenioso ya lo ha pensado. Son las consecuencias de este nuevo mundo sin apenas precios pero con muchas y muy variadas comisiones.