martes, 17 de noviembre de 2009

Herencias pesadas

Catalunya es una de las comunidades autónomas en las que en la actualidad resulta más costoso recibir una herencia por la elevada carga que supone el impuesto de sucesiones. Esa es una cuestión que los miembros del tripartito --al menos dos, el PSC y ERC-- pretenden mejorar. Un mismo acto paga hoy un máximo del 9% si se recibe en forma de donación --es decir transmisión inter vivos-- y puede llegar a más del 32% si se percibe como un legado, es decir como una transmisión mortis causa. Eso no tiene ni pies ni cabeza, a no ser que se pretenda estimular abiertamente las donaciones en contra de las herencias o si todo el mundo fuera lo suficientemente autónomo y libre para elegir la opción. Y de esa posibilidad solo disfrutan las rentas más altas. En resumen: Hay que acabar con una situación de total injusticia. No se trata de suprimir un gravamen que puede tener una función redistributiva y contra cuya desaparición se han manifestado algunas de las mayores fortunas del mundo, pero sí de convertirlo en un tributo más justo y equitativo. No se trata de que los familiares lejanos o los amigos próximos puedan heredar sin cargas y obtener dinero o patrimonio sin ningún tipo de esfuerzo, pero sí de que lo puedan hacer los parientes más próximos y con los bienes más esenciales. Hoy solo pagan este elevado gravamen las rentas bajas y medias ¿Tiene eso algún sentido?