martes, 12 de febrero de 2008

Usos y abusos



El congreso Barcelona 3GSM es un acontecimiento importante para la capital catalana, tan necesitada de potenciar su imagen como centro internacional de negocios. Todos deberíamos estar a la altura de las circunstancias. Y, en especial, los hoteles y otros servicios, en vez de aprovechar la necesidad de habitaciones para hacer el agosto en pleno invierno, como denuncia hoy El Periódico de Catalunya. Los abusos se acaban pagando caros y generan una mala publicidad que nunca es buena para una ciudad que aspira a hacerse un hueco en el mapa mundial de los grandes acontecimientos y encuentros. Nuestros competidores, que no son solo Madrid u otras ciudades españolas, sino urbes de cualquier parte del mundo, acabarán sacando partido. No es una novedad que se ajusten los precios a la demanda --eso sucede en cualquier gran ciudad--, pero lo que empieza a ser preocupante es que se atraque a los visitantes con el pretexto de la escasez de la oferta. Los buenos usos y costumbres deberían imponerse sobre los abusos, lo que no significa ser provinciano y no hacer lo que otros hacen. Es simplemente apostar por el sentido común y por la continuidad del negocio. El abuso desemboca en un beneficio inmediato pero acaba en pérdidas futuras. Por todo ello, a pesar de la libertad de mercado, las Administraciones deberían actuar e incluso sancionar a aquellos que no se dedican a hacer simplemente negocio sino a abusar y manchar el buen nombre del conjunto de una ciudad.