miércoles, 16 de junio de 2010

Huelgas y gestos

La huelga es el principal de los cartuchos con los que cuentan los sindicatos para forzar negociaciones o resultados. Suelen convocarse para obtener unos fines ¿Para qué se llama a un paro general el próximo 29 de septiembre (29-S), dentro de más de tres meses? Los sindicatos son conscientes de que carecen de la fuerza de antaño, así como de capacidad de movilización. Apenas se han inmutado durante el proceso de despegue del paro en España. Y, por eso, muchos les ven y les reprochan el haberse convertido en parte del stablishment, al igual que las patronales y otras organizaciones que ya funcionan esencialmente para justificar su propia existencia y para contentar a sus seguidores. La del 29-S, que se diluirá con una convocatoria de protestas a escala europea, no será una huelga, sino más bien un gesto de los sindicatos. Más que una reivindicación será una justificación. Más que una protesta, una pataleta ante un proceso de reforma laboral que desde los políticos hasta los mercados han sentenciado como inevitable, pero ¿realmente lo es?