miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sabios y políticos

Artur Mas ya ha formado su Govern. No se ha rodeado solo de políticos sino de profesionales y sabios en sus materias. Una buena corte, como afirma hoy Diario Médico, en especial por lo que respecta al nuevo titular de Salut, Boi Ruiz, hasta anteayer, presidente de la Unió Catalana d'Hospitals (UCH), que agrupa a la mayoría de centros concertados de la sanidad catalana. Pero también todo ello también sirve para Francesc Xavier Mena, profundo conocedor de la Economía desde su cátedra de Esade-Ramon Llull, y que ahora tendrá que lidiar con la nueva Conselleria de Empresa i Ocupació. Casi nada. O lo mismo podría decirse del sabio Andreu Mas-Colell, uno de los economistas autóctonos vivos más reconocidos en el exterior y en el interior, claro; y que tendrá que cargar sobre sus espaldas, o sobre las de un segundo que conozca bien los secretos de la contabilidad pública, todo el peso de una política económica que, más que nunca, deberá administrar la escasez. El día después del brindis por los nombramientos viene la parte más difícil. Apagados los fuegos de artificio por las designaciones, veremos cómo se cubren los cargos intermedios, si prima la sabiduría sobre la vinculación política y el clientelismo. Veremos si el mandato político pierde la batalla contra la sabiduría y el conocimiento o sucede justo lo contrario. Artur Mas se juega en ello la credibilidad del proyecto transversal que ha vendido y también quienes se lo han creído y se han embarcado en el mismo. Pero, no lo olvidemos, los problemas seguramente no provendrán de una oposición que anda todavía grogui por los resultados electorales y despistada preparando cómo parar el golpe de cara a las elecciones municipales, sino de lo que en los campos de batalla se denomina el fuego amigo que, no por tener esa condición deja de hacer daño. Tiempo al tiempo.... Por el momento, ahí va la lista de números dos de las Conselleries.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Construcción y piedras en los balances

Que salga ya. Que salga toda la porquería que hay en los balances de los bancos y las cajas españolas como consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, como recuerda hoy el International Herald Tribune. Todo eso tiene que salir a la luz, sean 180.000 millones de euros, como dice el Banco de España o muchos más. Si no es así, nos acabaremos hundiendo definitivamente. Es lo que está pasando con el coste de financión de la deuda pública, que se ha encarecido el 18% en el último mes. Aunque son todavía niveles soportables porque significan aún una pequeña parte del coste de la deuda total, la tendencia es alcista. Y así seguirá si no se dice la verdad. No queda más remedio que difundir los datos, decir toda la verdad, por cruda que sea. A partir de ahí será más posible aspirar a crecer. Todo lo demás no son más que parches y ganar tiempo, días o meses, pero solo tiempo. Luego ya habrá tiempo para exigir responsabilidades a quienes nos han traído hasta aquí a causa de laxas políticas de crédito y alegrías financieras absolutamente irracionales.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Pensiones, prejubilaciones e incoherencia

¿Pensiones? Muy bien. Hablemos de ellas. Es preciso reformar el sistema para garantizar su viabilidad. Nadie lo pone en duda. El Gobierno plantea retrasar la edad de retiro hasta los 67 años. Bien. Más años de cotización, más dinero para el sistema. Pero ¿quiénes? ¿Los trabajadores manuales? ¿quienes hacen trabajos intelectuales, como los catedráticos, que se pueden jubilar más tarde? Y, por otra parte ¿no es este el país en el que se permiten prejubilaciones poco después de los 50? Y eso ¿es coherente con el discurso de retrasar la edad de jubilación? ¿Tiene alguna lógica que, con dinero público (FROB) algunas integraciones de cajas, como la liderada por Caja Madrid, prejubilen a 4.000 trabajadores con el 95% del sueldo? ¿En qué quedamos? O sea hace falta que una mayoría trabajen durante más años para sostener el sistema y para que determinadas minorías puedan retirarse más jóvenes y con casi el 100% del salario. No entiendo nada.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Morosidad y esperpento

Y yo me pregunto ¿Puede funcionar un país en el que los deudores no pagan a los acreedores, donde las administraciones demoran los pagos hasta extremos insoportables para quienes padecen esos plazos? Lo digo porque el principal directivo de la biotecnológica Amgen, Jordi Martí, ha afirmado durante una jornada en Barcelona que alguna comunidad autónoma paga a 900 días, o, lo que es lo mismo, a tres años; y que la media que sufren es de más de 500 días ¿Es eso soportable? ¿Es eso tolerable? Pero es que, además es completamente ilegal según establece la ley que entró en vigor el pasado 7 de julio y que incumplen de manera sistemática todas las administraciones. En ella se fija para este año un plazo máximo de pago de 55 días de las administraciones a sus proveedores. Es verdad que el sector público pasa por dificultades, pero si quiere que sigan existiendo empresas que pagan impuestos tal vez debería esforzarse más por liquidar sus deudas en unos plazos, ya no digo que ajustados a la legalidad, sino que puedan considerarse alejados de un auténtico esperpento.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Perder el control

Al margen de si tienen o no razón en sus reivindicaciones y quejas, al margen de si el Gobierno ha gestionado o no bien el conflicto e incluso aceptando que este pudiera tener parte de responsabilidad, los controladores han perdido el control o tal vez el conocimiento y también, como no, toda la razón . No se puede paralizar todo un país y dinamitar las vacaciones e ilusiones de cientos de miles de ciudadanos que carecen de capacidad para hacer oír sus demandas por unas reivindicaciones sectoriales e intereses que, por muy legítimos que sean, pierden tal condición por su impacto social y l daño que propinan a miles de personas inocentes. No olvidemos que la libertad de unos acaba donde empieza la de los otros. Es la esencial de una sociedad democrática. Todas las protestas y reivindicaciones tienen cabida, peor por los canales adecuados. La huelga salvaje de los controladores no es solo eso, también es un ataque frontal a toda la economía de un país que atraviesa momentos difíciles y que trata, pese a un Gobierno algo dubitativo y a veces desorientado y una oposición con poca imagen de ser una alternativa real, de salir adelante. Poco ayudará este colectivo a aliviar la situación con sus protestas y más si estas son de una naturaleza tan incomprensible e inaudita. Solo se me ocurre una razón por la que pueden haber hecho esto: aunque parezca mentira al ser lo que son, han perdido complemente el control, si no, la cabeza.