miércoles, 24 de noviembre de 2010

La deuda pública y las fichas del dominó

Primero fue Grecia, luego Irlanda ¿Siguiente? ¿Será Portugal? ¿Y España? Es como las fichas del dominó: Cae una y caen ¿todas?En cualquier caso, España son palabras mayores. Y no por patriotismo. Su caída arrastraría muchas más cosas porque se trata de una de las mayores economías de la Unión Europea (UE). Pero eso que llamamos los mercados ha dictado su sentencia: apostar por la caída o algo parecido. Por eso atacan, para sacar el máximo rendimiento de la deuda del país, el máximo partido antes de un eventual rescate, si es que lo va a haber. A más ataque, mayor rentabilidad tiene que ofrecer el Estado para financiarse. Se da la paradoja de que los mismos que pretenden cobrar son quienes ponen la soga al cuello de quien tiene que pagar ¿No es así? A ver si será que quienes hacen las apuestas a la baja carecen de riesgo directo en el país contra el que juegan. En buena parte es así. La ingeniería financiera lo permite. En todo caso si una lección se puede extraer de todo esto es que no es bueno depender del capital foráneo de forma tan sustancial como hasta ahora. De eso deben tomar nota los gobernantes ¿Lo dirá o se lo dirán los representantes de las 30 grandes empresas convocadas para este sábado en La Moncloa por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero? Fue bonito mientras duró. Pero, cuando las cosas se tuercen... Ya vemos lo que pasa con el dinero que viene del exterior: tocata y fuga. Para la próxima aprendamos a vivir con lo propio y menos con lo de los demás, aunque cueste acostumbrarse. Si no luego, ya se sabe lo que sucede, que otros te dicen lo que tienes que hacer en tu propia casa: que si retrasar la edad de jubilación, recortar, recortar, recortar... Si es que son acreedores y, encima, les necesitas.