martes, 15 de septiembre de 2009

Lehman: Y un año después ¿qué?

Ya hace un año que se desplomó Lehman Brothers. Su quiebra percipitó una crisis global que no se veía desde 1929 y desencadenó una auténtica de pánico que nos llevó a una recesión, inactividad y paro. Las ingentes sumas aportadas por los gobienros y autoridades, es decir, el dinero de los contribuyentes, han salvado muchas entidades financieras. Pero ¿era necesario? La tesis de que algunas instituciones son demasiado grandes para caer por su impacto en el conjunto ha evitado un proceso de selección natural del que deberían salir solo aquellos que se adaptaran a las nuevas circunstancias del mercado, como en el mundo animal. Este se ha producido en otros sectores en forma de despidos masivos y duros ajustes de producción. El presidente de EEUU, Barack Obama, ha anunciado que no tolerará más excesos ni conductas temerarias. Espero que no se quede solo en las palabras. Aunque las primas y los incentivos a los directivos no son más que el síntoma, no la enfermedad en sí, hay que limitarlos o establecer mecanismos que impidan desmanes. Si no se hace eso y se fuerz al sector a acometer un profundo ajuste y, por contra, se accede a las presiones de la banca, en unos meses o tal vez en unos años, volverán a haber Lehmans y rescates con dinero de los contribuyentes. O sea, que todo el esfuerzo y sacificio de los menos culpables no habrá servido absolutamente para nada más que llenar los bolsillos de unos pocos con el dinero de unos muchos.