martes, 17 de junio de 2008

Descarga eléctrica


Dicen las eléctricas que ya perciben cierto incremento de la morosidad. Pues, ya verán. A partir del 1 de julio, las tarifas subirán una media del 5,6%, aunque el alza será superior al 7% para quienes tienen contratada una potencia de hasta cinco kilowatios (kw), que son una gran mayoría. Además hay que sumar el 3,3% que ya aumentaron en enero. En total, en el mejor de los casos, una media cercana al 9%. Una auténtica descarga eléctrica en momentos de hipotecas al alza, precios en asceso y sensación de crisis. Y con eso no se cubren las expectativas ni del sector eléctrico ni de la Comisión Nacional de Energía (CNE), que reclamaban un alza al menos del 25% para paliar el déficit entre los ingresos que se reconocen a las eléctricas por la tarifa regulada y los costes en los que incurren. Este ingenioso invento de la época del PP hace que lo que no pagamos con aumento de los precios de forma inmediata lo paguemos a plazos mediante el recibo a lo largo de los años. Si eso no es pagar... El Gobierno, en un momento u otro, tendrá que coger el toro por los cuernos y hacer frente a este problema que la subida constante del petróleo, y, por tanto, del gas, no hacen más que empeorar. Ya sé que cuando las cosas van bien --que es cuando se tendría que haber tratado de resolver el problema-- es muy difícil acometer cuestiones peliagudas, pero es que al final habrá que hacerlo en plena crisis económica, lo cual es peor. La luz cuesta lo que cuesta y no podemos estar constantemente generando deuda futura para pagar menos hoy por el consumo. También es cierto que los consumidores no somos responsables de las ruinosas aventuras inversoras que acometieron algunas eléctricas en su día, como es el caso de Endesa con Latinaomérica o las telecomunicaciones. Ni tampoco hay que perdornarles determinadas prebendas que perciben a través de los recibos gracias a conceptos que se han indo introduciendo durante los años, desde la moratoria nuclear hasta la financiación del carbón nacional o los costes de transición a la competencia. Pero lo cierto es que hoy generar electricidad es mucho más caro de lo que pagamos. Y eso, a la larga, una vez ajustadas esas cuestiones de las que se han beneficiado unas compañías que, en el fondo, no saben lo que es la competencia porque han vivido básicamente del monopolio territorial, habrá que solucionarlo.