martes, 5 de febrero de 2008

Paro: Mala señal


No por esperada, la noticia del paro en enero deja de ser importante. El aumento experimentado el mes pasado empieza a ser preocupante. Lo decíamos en anteriores ocasiones. El indicador que más puede revelar síntomas de crisis y convertir en real una desaceleración que parecía tener muchos tintes piscológicos, es el del empleo. Con tanta desaceleración en la construcción, era de esperar que el paro creciera, aunque, probablemente, no de forma tan abrupta (132.378 personas de golpe). Como sucede siempre, habrá que esperar un par de meses para determinar el grado de gravedad de la dolencia pero, al ver los cambios que se han producido en el entorno de gruas que nos rodea, todo hace pensar que la tendencia al desempleo creciente seguirá. Solo un mayor impulso de la obra pública y el reciclaje de mano de obra para dirigirla hacia otros sectores que aún se encuentran en una situación dinámica pueden paliar los efectos de un ladrillo que, de ir hacia arriba como un cohete, ha pasado a desplomarse como una auténtica piedra. Son los incovenientes de tener una economía muy dependiente de uno o unos pocos sectores y que otros gobiernos, como el del PP, emplearon para publicitar un milagro económico español que puede empezar a dejar de serlo.