viernes, 28 de diciembre de 2012

¿Qué hace Mas-Colell en el Govern?

Es la gran pregunta ¿Qué hace un académico como Andreu Mas-Colell en el nuevo Govern de la Generalitat? La cuestión no es de respuesta fácil. Los retos a los que se enfrenta no son menores ni, probablemente, forman todos parte de su ideario particular. Debe afrontar un ajuste de unos 4.000 millones de euros y situar el presupuesto catalán en el nivel de hace casi una década ¿Gana algo al seguir como conseller de Economia? Pues no, al menos en lo material. Probablemente sea amante de los retos profesionales y académicos. Los más románticos dirían que tiene voluntad de servicio a su país. Y seguro que algo hay de eso. Y ¿pierde algo? A sus 68 años conserva su prestigio y crédito prácticamente intactos. No tiene mucho más que demostrar. Pocos pueden lucir en su currículo ser autores de una de las obras más utilizadas y consultadas en materia microeconómica y una experiencia académica como la suya. El president Artur Mas está aliviado por contar de nuevo con su apoyo y fidelidad por la imagen de solvencia y credibilidad que proyecta y que mantiene intacta pese a los recortes; Esquerra Republicana (ERC) está encantada y no oculta su satisfacción e incluso el PSC lo ensalza por su prestigio. Todos están contentos. Y no digamos sus colaboradores, que destacan su sabiduría, proximidad y sencillez. Todos están felices. Todos ¿Lo está él también? Conociéndolo lo poco que lo conozco no sé si me atrevería a afirmar que está alegre o contento. En todo caso creo que más bien tiene la conciencia tranquila por no abandonar el barco --por usar el símil marinero que tanto le gusta a Artur Mas-- cuando arrecia la tormenta y más se necesita su experiencia y prestigio.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Lo que pasa y lo que se dice que pasa

No es lo mismo lo que pasa que lo que se dice que pasa. Lo segundo tiene una gran importancia en el escenario global en el que nos movemos y contribuye a edificar realidades paralelas o ficticias desde la distancia. Desde ámbitos empresariales y diplomáticos llegan voces de preocupación por la situación política que se vive en Catalunya. Con este ambiente, que se percibe como extremadamente revuelto (consulta soberanista, nuevos impuestos...), muchas multinacionales han tomado ya una decisión: "Mejor wait and see" a la hora de invertir. O sea, esperar. Mejor ver los toros (perdón elijan ustedes el animal que prefieran) desde la barrera. Y otras compañías autóctonas también muestran su inquietud ¿Nos conviene con el nivel de paro que tenemos un revoltijo como el que ha provocado Artur Mas con las elecciones del 25-N? No me lo pregunto yo. Lo hacen representantes diplomáticos de otros países, que se ven en la tesitura de tener que reportar a sus gobiernos constantemente. "Tranquilos que no es tan grave. La política va por un lado y la economía, por otro, como en Italia", insisten. Desde aquí los políticos hacen bien poco para que cambie la imagen que se proyecta. Y, por tanto, en Washington o Tokio construyen su realidad. Quizás no es lo que pasa, pero sí lo que creen que pasa que, al final, para ellos, es lo que cuenta. 

lunes, 10 de diciembre de 2012

No hay alternativas ¿seguro?

Ya suena a disco rallado. No hay alternativa a la austeridad. O, mejor dicho: no hay alternativa a los recortes. Repetitiva melodía. No hay más salida. Solo hay un camino. Es una frase que hemos oído en otras ocasiones, hasta la saciedad. En especial cuando quien la pronuncia defiende unos postulados de política económica o de otra índole frente a otros que considera dañinos ¿Solución? No hay alternativa. Me temo que responde más a la incapacidad o a objetivos muy concretos, como por ejemplo privatizar determinadas actividades públicas en beneficio de determinados sectores; que a la realidad inmutable. Es evidente que el rigor es necesario ¿Quién puede negarlo? El problema es que la Unión Europea (UE) con sus recetas de austeridad fanática se toma el equilibrio de las cuentas públicas y el desendeudamiento como una carrera de velocidad, como si se tratara de competir con Usain Bolt. Y lo cierto es que, como he leído que afirma el profesor Antón Costas, estamos ante una maratón, una carrera de fondo, que requiere controlar las fuerzas, combinar velocidad y resistencia. En economía, de hecho, se trataría de compatibilizar recortes de grasa --no de pilares del crecimiento futuro como el I+D, la educación, o del bienestar, como la sanidad-- con recetas para estimular el crecimiento. En cualquier caso, seguro que hay más de un camino. Como, por ejemplo, en vez de subir el IVA o de aprobar una amnistía fiscal, a lo mejor hubiera resultado más rentable invertir en mejores recursos y efectivos para combatir de verdad el fraude fiscal.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Tiritas para la hemorragia de los desahucios

La cosa puede ser tan cruel como ésta: "Ah! Es que usted no se está muriendo! Pues no tiene derecho a a la moratoria". Plataformas cívicas, oenegés, jueces... A nadie convence el parche aprobado por el Gobierno para hacer frente al tsunami hipotecario, que se asemeja más a una lista de requisitos para acogerse a una deducción fiscal que a una solución encaminada a cumplir el mandato constitucional de que todo el mundo tiene derecho a una vivienda (ver el artículo 47 de esa carta magna que resulta ser tan sagrada para otras cuestiones).

Es cierto que el decreto publicado por el BOE al menos denota cierto afán por actuar pero sin provocar apenas un arañazo a la banca. Ni siquiera se manejan cifras exactas sobre el problema. Que si 4.000, que si 15.000. Sea la que sea no son solo números. Detrás de cada guarismo hay personas, sentimientos, vidas, ilusiones, decepciones, penas, glorias o dramas ante los cuales solo movimientos cívicos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), los jueces o los sindicatos de policías han actuado hasta ahora. Recordemos por ejemplo al juez de Barcelona Josep Maria Fernández Seijo, que ha elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) una consulta sobre la legalidad de la ley hipotecaria española, que puede poner patas arriba esta normativa que ya se ha cobrado tantas víctimas. Suerte estamos teniendo de la capacidad de actuación de diferentes colectivos a los que las ejecuciones hipotecarias salpican de una u otra forma y que han optado por no seguir impasibles.

 ¿Y los políticos? Ya era hora de que se movieran quienes, en teoría, tienen que defender los intereses de la mayoría. El maremoto podría haberlos arrollado si es que no lo ha hecho ya en parte. Pero lo que han hecho en caliente, acuciados por dar la imagen de que se preocupan y todavía con las prioridades partidistas y partidarias como guía. La incapacidad de un acuerdo entre el PP y el PSOE es el máximo exponente de ese absurdo. Por ahora, soluciones cortas, muy tuteladas por la banca y con una efectividad escasa.

Y, mientras, la incertidumbre y la angustia persiste para cientos de familias. Como ha dicho el juez Fernández Seijo, se ha puesto una tirita para contener una gigantesca hemorragia con salida de sangre a borbotones. No parece la solución más adecuada para evitar el desangramiento. Por eso los equipos jurídicos de la PAH, a la que ni el PP ni el PSOE han tenido en cuenta en sus negociaciones pese a sus cuatro años de lucha, han redactado un escrito para solicitar la suspensión de todos los procedimientos de ejecución hipotecaria de viviendas habituales que están en los tribunales. Lo presentarán el lunes en los juzgados de diferentes ciudades a través de las distintas plataformas que hay en el país. Lo primero es frenar la incertidumbre y la angustia y lo segundo, buscar soluciones legales sin la presión de las ejecuciones hipotecarias diarias. Menos tirita y más tratamiento de choque, aunque tenga efectos secundarios para la banca, al menos para aquella que ha recibido fondos públicos.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Independentismo, federalismo y pragmatismo

Indudable.El independentismo tiene mucho más glamour que el federalismo. Es lo que toca. Es el mensaje predominante que desde el poder político y desde sus cajas de resonancia se encargan de trasladar. El Col.legi d'Economistes de Catalunya ha celebrado estos días dos jornadas, una dedicada al impacto económico de la independencia y otra, ayer 6 de noviembre, centrada en el federalismo. En esta apenas había la mitad de asistentes. El sex-appeal del federalismo no es el mismo que el de la independencia --¿o para ser más oficialistas debemos decir interdependencia como afirma el president Artur Mas?--. Lo cierto es que los empresarios que participaron en el debate dieron muestras de que tocan con los pies en el suelo. Por ejemplo, el director general del Grupo Lasem, Josep Betriu, admitió los agravios que sufre Catalunya y reclamó que desaparezcan. Pero, tras resaltar que no es quizás el momento para aventuras, consideró que "lo prioritario es salir de la crisis", acercar posturas y llegar a una solución "consensuada" con un pacto fiscal como rúbrica. No es independentismo, se acerca al federalismo y, para ser precisos, es sobretodo, pragmatismo, que es a lo que muchos empresarios próximos a CiU aspiran, aunque prefieran no decirlo en público.

domingo, 28 de octubre de 2012

Del paro al desahucio

Una media de de 500 desahucios diarios (350.000 desde que comenzó la crisis y sin visos de parar), más de 5,7 millones de parados y en camino ¿irremediable? hacia los seis millones... ¿No son esos motivos no solo para reflexionar sino para tomar decisiones como, por ejemplo, reformar las legislación hipotecaria, que data de hace más de 100 años? Hay una figura en nuestras leyes que es la cláusula abusiva (cuando una de las partes se aprovecha vilmente de la otra, para simplificar) ¿Acaso no es la situación que padecen muchos desahuciados con respecto a los bancos que, en su día, les prestaron el dinero, en muchas ocasiones, sin aplicar los mínimos criterios de control del riesgo y sentido común? Detrás de cada cifra se esconde un drama personal y familiar. Son una suma de individualidades y pequeñas colectividades que, con el tiempo, adquieren unas proporciones gigantescas y trágicas. Y, por lo que se ve, no merecen el derecho a ser rescatados, como sí que lo tienen los bancos ( más de 1.800 euros por español). Pero no es el único de los problemas que tenemos. Por ejemplo, la reforma laboral, al centrarse en abaratar la salida del puesto de trabajo, ha acelerado los despidos colectivos. Y eso son más personas sin recursos y futuros desahucios. Las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy hasta ahora, más que mejorar parece que empeoran la situación a pasos agigantados. Y la oposición socialista liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba, noqueada, dando tumbos por el ring sin aportar recetas creíbles y distraída con sus propias batallas internas. Seguro que la solución no está en el enfrentamiento o en envolverse en banderas (sean del color que sean), pero seguro que tampoco se encuentra en el conjunto de medidas que el PP ha aplicado hasta la fecha sin más apoyo que el propio. La economía está agonizante, casi sin pulso. El paciente, el país, se asfixia. Necesita que los médicos (entiéndase, los políticos), una vez hecho el diagnóstico, aporten la terapia necesaria. Y con planes e ideas diseñadas de forma conjunta, si hace falta. Me niego a aceptar que la única medicina posible consiste en matar al paciente.

domingo, 14 de octubre de 2012

Uniones, desuniones y anestesias

Si Catalunya sufriera el drama del paro, recortes salariales, económicos y sociales debería concentrarse en combatirlos. Si España los padeciera, también. Por suerte, tenemos otras cuestiones de las que ocuparnos: los colores de las banderas, el patriotismo, las unidades sagradas y las desuniones osadas. Como no hay crisis, como a nadie le arrebatan la casa por impago de la hipoteca, como las listas de espera en los hospitales no se alargan y hay dinero en cantidad y sobrante para salvar a los bancos, podemos dedicarnos a esas cuestiones profundas (no digo que no lo sean). La unión, según unos; y la desunión, según otros, son una buena anestesia e incluso una forma de aliviar el dolor e incluso de hacernos la vida más llevadera... hasta que sus efectos se acaban.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Sistema agrietado

Recurro al título del libro de Raghuram G. Rajan, Grietas del sistema porque me parece ilustrativo para describir la situación tras el último análisis a la banca española realizado por Oliver Wyman. La cifra de capital requerida daría, a ojo de bien cubero, para saldar casi 400.000 hipotecas de 150.000 euros o el doble si el préstamo fuera por la mitad. Pero otro dato es mucho más revelador: El agujero detectado en Banesto hace casi 20 años ascendía a unos 500.000 millones de pesetas que, en la actualidad, con la inflación acumulada, equivaldría a unos 5.000 millones de euros (más de 800.000 millones de pesetas). Ya parecía una suma gigantesca. Pues bien, no es más que la quinta parte de lo que requiere Bankia o la mitad del alimento que precisa CatalunyaCaixa, por poner los dos ejemplos más costosos; o el 5% de toda la riqueza que genera España en un año o la cuarta parte de la de Catalunya, la primera economía del país. Y otro dato que resulta aún más inquietante: En el caso de Banesto alguien, Mario Conde, acabó en la cárcel. En el caso de Bankia, con una suma que casi multiplica por cinco la requerida por Banesto, el número de personas que han acabado purgando sus culpas o entre rejas es igual a cero (0). Si esto no es un sistema agrietado...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Administración: más cerebro que músculo

Me ha gustado mucho el símil que ha empleado el profesor de Esade y secretario general de esa institución, Francisco Longo, para referirse a las necesidades de una nueva administración pública. "Más cerebro que músculo", afirmó en una sesión organizada por la fundación de la empresa Aigües de Barcelona (Agbar). Y es que, a su entender, el del sector público español no es un problema de tamaño o dimensión. Es más, incluso hay países que le superan en la ratio empleados públicos por habitante. La clave está en quiénes son, qué hacen y cómo están gestionadas las plantillas públicas, afirma. Longo entiende que hay un exceso de mano de obra poco cualificada y carencia de profesionales de alto nivel, que en el sector público se realizan demasiadas actividades que podrían llevar a cabo otros agentes del mercado y una gestión muy rígida y sujeta a vaivenes políticos. En todo caso, las administraciones solo han emulado un mala práctica del sector privado: los contratados suelen ser sobre los que recae la mayoría del trabajo y también son las primeras víctimas --y últimas-- cuando se quiere recortar. El reto es modificar esta estructura tan rígida y politizada. Ninguna de las medidas que se han tomado hasta ahora se han dirigido hacia esos objetivos. "Ha habido recortes, no reformas", avisa Longo. Porque reducir por reducir no es la cuestión. El tema radica en ser eficiente y eficaz. Las estadísticas, que sitúan a los empleados públicos españoles entre los menos eficientes y entre los que menos horas trabajan a la semana, dice el experto, lo indican. Todas las reformas profundas del sector público se han hecho en otros países en momentos de crisis. Tal vez sea hora de hacer algo al respecto ¿no?

martes, 4 de septiembre de 2012

Seamos austeros con la austeridad

Austeridad equivale a sencillez y moderación, así como rigurosidad en el cumplimiento de las normas, según el diccionario. Hay quien la confunde o identifica con recortar gastos. Evidentemente que la norma no puede ser gastar mucho más de lo que se ingresa. Pero ser extremista en este punto equivale a deprimir aún más una economía que ya está en declive. Y, lo que es peor, genera más paro que, si no estoy mal informado, es uno de los peores problemas con los que nos enfrentamos no solo en España. Lo advierten premios Nobel de Economía como Joseph Stiglitz o Paul Krugman. Ciertamente, son intelectuales que desde la derecha se identifican con postulados más socialdemócratas, pero acaso esos profesores de Harvard con los que el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Mitt Rommey, nutre su consejo de asesores económicos, tienen mejores soluciones anticrisis. No olvidemos que muchos de ellos formaron parte activa de la regulación --perdón, desregulación--  financiera que nos han conducido hasta donde estamos. En resumen si un consejo habría que dar a los líderes europeos es que sean austeros con la austeridad. Los extremismos, como cualquier exceso (comer o beber mucho), no suelen ser buenos consejeros. La virtud suele estar más en el medio.

miércoles, 18 de julio de 2012

¿Hachazo para pagar salarios?

Lo nunca visto. Para combatir la recesión, subir impuestos, recortar servicios públicos... Eso seguro que dará como resultado más crisis. Y no hace falta ser muy listo para entenderlo ¿Realmente era necesario el esfuerzo que se pide a los ciudadanos para salvar entidades financieras que fueron --siendo suaves-- gestionadas de forma desastrosa? Un hachazo en toda regla de más de 65.000 millones de euros que, en el mejor de los casos, servirá para pagar las nóminas de los funcionarios. O eso asegura el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Una de dos, o hay demasiado personal público o es que el responsable de gestionarlo no sabe cómo hacerlo.Si todo el esfuerzo es solo para pagar sueldos, vamos listos ... O ¿acaso ese es el mensaje que Montoro y el Gobierno de Mariano Rajoy quiere que cale? No me extrañaría nada.

miércoles, 4 de julio de 2012

Amnistía fiscal e injusticia

Llámenme demagogo, pero la amnistía fiscal es una auténtica injusticia. Y ahora encima se les dan todas las facilidades a los defraudadores. Es un incentivo de lo más perverso. Una vez que hemos presentado la declaración de la renta nos enteramos de que Hacienda se esfuerza al máximo para que prospere una medida de gracia que lanzó de forma improvisada y que quebranta el principio de igualdad. No solo se dan todas las facilidades a los potenciales beneficiarios de la amnistía, por culpa de quienes los ingresos públicos son inferiores a los que deberían ser, sino que en una orden de la dirección general de Tributos se les garantiza que no habrá inspecciones sobre los activos que afloren a través de la declaración tributaria especial que pueden presentar hasta el 30 de noviembre. En economía hay un principio esencial: Se funciona a base de incentivos, pero estos deben estar bien enfocados porque, de lo contrario, pueden ser perversos. Recordemos si no las opciones sobre acciones de los directivos de empresa, que hicieron que les preocupara más que subiera el valor de los títulos de la compañía --lo que les otorgaba una mayor retribución-- que la propia gestión y solvencia de la misma. Pues lo mismo sucede con la amnistía fiscal: Si un día u otro me perdonarán o me dejarán regularizar mi situación a cambio de un pequeño coste ¿para qué pagar la cantidad que corresponde y cuando corresponde? se dirán muchos. He ahí la perversidad de la medida. Por más que el Estado requiera fondos no todo vale para conseguirlos. Además,  es como si se claudicara y se admitiera la impotencia para combatir el fraude fiscal. Y es que no todo vale. Quizá exagero, pero la amnistía fiscal sería equivalente a permitir el esclavismo con el pretexto de que la prioridad es crear empleo.

martes, 12 de junio de 2012

Rescates y juegos de palabras

Le llamemos como le llamemos, la banca española recibirá un flotador para no ahogarse ¿Es eso un rescate? A mí me lo parece. En el diccionario de la Real Academia Española el rescate es la "acción y efecto de rescatar". Vayamos al verbo: "Liberar de un peligro, daño, trabajo, molestia, opresión". Se parece bastante a la situación sobre la que estamos hablando. El Gobierno insiste en bautizar esta operación como ayuda o línea de crédito.No dudo de que lo sea, y que incluso es posible que sea la menos mala de todas las opciones posibles. Pero dejemos ya de discutir sobre las palabras y de blandir banderas, patriotismos y soberanías. Lo que importa es si esta medida servirá para superar la crisis. Ya decían ayer un grupo de expertos que es una condición necesaria pero no suficiente y, además recordaban que quien deberá responder por el pago de los intereses y ante posibles impagos es el Estado, es decir, todos y cada uno de nosotros. Por lo tanto tratar de pintar esta situación como "una victoria" e incluso insinuar que les hemos hecho un favor al resto de europeos me parece bastante osado, cuando adeemás aún hay que negociar las condiciones del crédito. Me viene a la cabeza la imagen que hace pocos días explicaba el exministro de Exteriores alemán Joschka Fisher durante la XXVIII Reunió Cercle d'Economia en Sitges. "Aún recuerdo", dijo, " a un José María Aznar fumando un puro y echando el humo a la cara del entonces canciller Gerhard Schröder mientras le explicaba cómo tenía que equilibrar las cuentas públicas". Quizás ese sea nuestro gran problema, que encima nos creemos nuestras propias mentiras. Pero lo cierto es que con el volumen de endeudamiento del país (cuatro billones entre sector público y privado) y un producto interior bruto (PIB) cuatro veces menor, de soberanía poca. Quienes mandan son quienes pagan las facturas, por mucho que les repatee el estómago a algunos.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Privilegios y responsabilidades

Llámenme vengativo, pero creo que quien la hace debe pagarla. En proporción a su fechoría, si la ha cometido, claro. Es un principio esencial en tiempos de crisis como los actuales, en los que la mayoría de mortales tenemos la sensación de tener que pagar las facturas de una fiesta de la que otros ( muchos menos y con más privilegios) han disfrutado. La caída de Rodrigo Rato como presidente de Bankia --bien remunerada, por cierto-- se ha convertido en un ejemplo de lo que digo. Pero el que fuera vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar no es el único culpable de esta orgía de desmanes que han rodeado la constitución de la que hoy es la cuarta entidad financiera española. Hay otros. Y no solo en el ámbito financiero. Y no caeré en la trampa política de echar la culpa a los supervisores, más que a los gestores. Lo que tengo claro es que si todo queda en agua de borrajas --un principio muy español-- y en la sensación de que estar en la élite es garantía de privilegio sin asumir responsabilidades, la desconexión entre la ciudadanía y los que tienen y disponen del poder será cada vez mayor. Y, sin duda, crecerán los movimientos de protesta como el 15-M y el cabreo generalizado y global que, como mínimo sale gratis. Y es que, en definitiva, cada uno debe cargar con la responsabilidad de los hechos que protagoniza, sea directivo millonario o ciudadano mileurista. Por cierto, estos segundos ya lo hacen. Ya va siendo hora de que también lo hagan los primeros. Es un principio de justicia y equidad básico, sin el cual difícilmente se podrá hablar de democracia auténtica y de economía donde prima la igualdad de oportunidades.

lunes, 30 de abril de 2012

Recaudar para pagar

No nos queda más remedio que admitirlo. Tal como se plantea la cuestión y recuerdo en un post en mi diario, El Periódico de Catalunya, las Administraciones necesitan recaudar cada vez más. Pero no para hacer más carreteras o invertir en la modernización del país, sino para poder pagar las nóminas y algunas deudas. Las arcas públicas están extremadamente secas. El Gobierno lo tiene claro y busca a la desesperada recursos, consciente de que es imposible ejercer su papel solo con recortes de servicios e inversión. Pero tanto ha llegado a negar que subiría el IVA, una de las pocas herramientas con las que obtener un buen pellizco con rapidez, que aunque vaya a hacerlo lo anunció el viernes pasado sin mencionar la palabra. Parece que piensa que así no podrán acusarle de incumplir sus promesas. Después de esta última decisión de incrementar el año que viene los impuestos que gravan el consumo, ya hay quien busca en el programa con el que el PP ganó las elecciones pistas y mensajes cifrados o escritos con tinta invisible, en los que los populares escondieron sus verdaderas intenciones. La realidad ha resultado ser mucho más dura que lo que preveían o a lo mejor ya lo sabían pero preferían esperar a tener las riendas para tomar las decisiones realmente necesarias según su opinión. En cualquier caso, si se mantiene el compromiso de cumplir con el déficit a toda costa, sin una cierta relajación de los plazos y un plan plurianual más detallado, los mercados, nuestros acreedores, seguirán pidiendo más y más intereses para invertir en deuda pública española. Y, por contra, a los alemanes, a los que consideran un refugio, les exigirán cada vez menos. Y seguiremos los viernes, como dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con los parches y las medidas apresuradas con el objetivo de cobrar para poder pagar los gastos de funcionamiento, así como una parte de las deudas. Las Administraciones, en este contexto, son meras administradoras de plantillas y pagadoras de intereses. Y es que a alguien parece que se le ha olvidado que los gobiernos tienen estas estructuras para prestar servicios, invertir y, con perdón de los ultraliberales, para estimular la economía. Si no ¿para qué están?

martes, 17 de abril de 2012

¿Castizos o innovadores?

La pregunta viene a raíz de un debate celebrado en el Cercle d'Economia en Barcelona. El profesor Enrique Fuentes Quintana hablaba de crecimiento castizo y lo resumía así: "Engordar, devaluar y volver a empezar". Lo recordaba el director general de Industria, Joan Sureda, durante una intervención en la que expuso los ejes de la política industrial de la Generalitat. Y ese sistema de crecimiento que nos funcionaba y en el que se acumula mucha grasa y poca fibra ya no es posible. Todos lo sabemos. Hay que volcarse en la economía de la innovación, en ser emprendedores. Pero ¿lo somos? El presidente de Abertis, Salvador Alemany, lo resumía al recordar que los estudiantes aún aspiran mayoritariamente a ser asalariados de alguna gran compañía. Pero las circunstancias han cambiado. "Recibo muchos currículos. Antes les podía ofrecer algo. Ahora no. Deberían empezar a mandar proyectos. Si siguen con los currículos, lo único que aprenderán es a hacer buenos currículos", explicó. Y es que tendemos hacia una sociedad en la que tendrá que haber más iniciativa emprendedora, mucho más empuje y apoyo no solo de las administraciones sino de las empresas y entidades financieras que pueden dar un impulso a este cambio. Muchos no tendrán más remedio que crear su propio empleo si es que quieren ganarse la vida. Dejémonos de casticismos, de hablar y de parloteos y comencemos a caminar.

martes, 10 de abril de 2012

No era solo prima de Zapatero

La prima de riesgo --esa variable que expresa el diferencial que hay que pagar por la deuda española con respecto a la alemana-- no era solo patrimonio del anterior presidente José Luis Rodríguez Zapatero. El actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, también tiene la suya. Cuando en noviembre del año pasado, al final de la legislatura socialista, ese indicador superó el umbral de los 460 puntos básicos, había quien se frotaba las manos. "Con un cambio de Gobierno eso cambiará", se decían. Y, ciertamente, la tregua se produjo. Pero el proyecto de ley de los presupuestos generales del Estado para este año, primero; y el anuncio de recortes inconcretos en sanidad y educación, segundo han vuelto a despertar a la prima. Y es que los mercados son difíciles de convencer, como ya comprobó Zapatero. Pensemos que, en realidad, no son más que acreedores; y ante el panorama de recortes que se avecina dudan de que la economía española tenga la capacidad suficiente para crecer y, por tanto, para generar recursos con los que pagar sus deudas. ¿Por qué tendrían que comprarla por tanto? No basta con las señales, a veces difusas, otras confusas, por parte del un gobierno presidido por un Mariano Rajoy que parece ausente, sino que hay que concretar. Y tomar medidas creíbles y cuantificables y que, a la vez contribuyan a estimular la economía. Que si una amnistía fiscal con la que prevén recaudar 2.500 millones --¿Cómo?--, que si recortes en sanidad o educación, que son competencia de las autonomías... El acreedor exige garantías, pagarés, no solo promesas y sonrisas como las que se le ofrecen.

lunes, 26 de marzo de 2012

El capitalismo, revisado

¿No habéis oído más de una vez que hay que transformar las crisis en oportunidades? Por manida que esté la frase puede que sea cierta. Pero antes se deben revisar prácticas que distorsionan un modelo, diseñado inicialmente para primar a quien tiene iniciativa y que se ha deteriorado. Y estas son algunas:
1. Una porción cada vez mayor de la riqueza del mundo está en manos de una élite global cada vez más pequeña
2.  Hay compañías que gastan millones en inclinar a su favor el campo de juego regulador
3. Hay diferencias salariales de 300 a 1 entre directores ejecutivos y empleados de primer nivel
4. Estructuras de gobernanza diseñadas expresamente para desviar las preocupaciones del accionista
5. Compañías que tratan a los empleados como simples factores de producción
6. Ejecutivos que obtienen gratificaciones exageradas por un rendimiento mediocre
7. Corporaciones que ponen en peligro sus valores para hacer negocios con regímenes represivos
8. Campañas de relaciones públicas de las corporaciones que endulzan los hechos y demonizan a los críticos
9. Compañías que otorgan el 90% de las opciones sobre acciones a un puñado de ejecutivos
Y no lo digo yo, solo son algunas de las cosas que menciona el gurú Gary Hamel en su último libro Lo que ahora importa (Ediciones Deusto. Brecelona, 2012).


viernes, 9 de marzo de 2012

Huelga y descontento general

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya tiene la huelga general que temía, tal como comentó a sus colegas de la Unión Europea (UE). La lucirá en su currículo mucho antes que sus predecedores. He oído todo tipo de argumentos. Que si es malo para el país, para su imagen, para su economía. Y, por el otro lado, que si hay que frenar un auténtico atentado contra los derechos de los trabajadores, que si la reforma laboral apenas solventará el paro... Todos parecen argumentos de peso. Si la huelga general celebrada el 29-S del 2010 con José Luis Rodríguez Zapatero en la presidencia del Gobierno se pareció más a una pataleta o a una maniobra de los sindicatos para demostrar que no eran inmunes al paro, la del 29-M se asemejará más a un puñetazo sobre la mesa, a la suma y capitalización de millones de pequeños descontentos individuales, tanto de quienes han perdido su empleo como de aquellos que temen quedarse sin él o, como consecuencia de la nueva normativa, pueden verse forzados a rebajar sus derechos hasta mínimos intolerables con tal de poder ganar algún que otro euro para alimentar a su familia y pagar la hipoteca. A día de hoy, el caldo de cultivo es propicio y existe suficiente malestar, sensación de rabia y de impotencia para que se produzca una protesta general, como una válvula de escape colectiva contra el cabreo. Mucho tendrían que cambiar si no las cosas antes del día 29. Y el 30 ya veremos...

martes, 28 de febrero de 2012

De vuelta al pasado

¿Se acuerdan de este billete? Hace 10 años, en 2002, dejó de circular, al igual que las monedas de peseta y el resto, y fueron sustituidas por el euro, con los consiguientes redondeos al alza, muy al alza, claro. Pero hoy, en términos económicos, es como si hubiéramos regresado a ese punto. Aunque lo malo es que no hemos rejuvenecido ni tampoco han perdido fuelle los precios. Tenemos 10 años más sobre nuestras espaldas y muchos miles de millones menos, como recoge este gráfico publicado por The Economist.Y por cierto, la barra de pan, que costaba unas 60 pesetas (unos 40 céntimos) entonces supera el euro (166,386 pesetas) en la actualidad en muchas panaderías. Y lo mismo ha sucedido con otros muchos productos y servicios de la vida diaria. Es verdad que hay países que están mucho peor. Por ejemplo, Grecia que, según estos datos, habría retrocedido al nivel de 1998. Pero mal de muchos o de otros no ha de servir de consuelo. Lo que se avecina es poco halagüeño: Más recortes o más impuestos, con alzas del IVA y los gravámenes que recaen sobre los carburantes, el tabaco y los alcoholes; o una combinación de ambos elementos en un escenario de menor actividad económica y un petróleo que se dispara y encarece muchas variables esenciales del proceso productivo. La resaca de los años de exceso no ha hecho más que empezar. Y, por mucho que la Unión Europea (UE) acceda a rebajar los objetivos de déficit para este año, como espera el Gobierno de Mariano Rajoy, los tiempos seguirán siendo duros. Si no, al tiempo...

sábado, 18 de febrero de 2012

¡Me han robado el iPhone!

El otro día, el representante de una aseguradora me sorprendió al revelar una de las pautas más utilizadas por los defraudadores al reclamar a las compañías.Ya no les han sustraído unas joyas o una cantidad elevada de dinero. En muchos de los partes de robo se incluye un iPhone. El volumen de reclamaciones que lo incluyen es tal que si fuera cierto Apple no daría abasto a producir o bien el precio de su acción no sería de 500 dólares sino mucho más"¿Oiga, y la factura de compra?", se les pregunta cuando presentan la queja. "Es que me lo regalaron" , responden como si de un guión se tratara la mayoría de los que hacen esa petición. "Pues muéstrenos el cargador", reclama el representante de la compañía. "¿Cómo?", responde el cliente. Y hasta aquí llega normalmente la reclamación. Y eso cuando el que reclama no trata de colar cualquier otro dispositivo como válido. Lo preocupante es que no es el algo poco habitual, sino que se propaga como la pólvora. Y más que lo hará con la profundización de la crisis, como lo hace la clásica pregunta "¿Quiere la factura con IVa o sin IVA?"

miércoles, 15 de febrero de 2012

Cobrar por trabajar

Empezaré con una obviedad: El hombre es un animal de costumbres y, desde antiguo, se ha adaptado a cobrar por su trabajo. Lo que percibe está relacionado de forma lo más justa posible, o así debería ser, con lo que hace. He pensado que debía recordarlo ante el escenario que abre la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy. Probablemente nuestro nivel salarial se encuentra por encima de lo que debería estar dada la situación económica, como también lo está -y muchísimo más-, el de los directivos que nos han llevado al desastre. Lo fácil y la práctica habitual es reducir la plantilla o rebajar el salario para tapar errores o despropósitos de gestión por parte de unos ejecutivos que doblan, triplican o centuplican el salario de aquellos a los que van a despedir a asestar un hachazo en la nómina. De esta forma, quienes llevan los negocios al desastre reciben como premio salvar su silla a costa de financiar con el salario de los subordinados situaciones que ellos han contribuido en gran medida a provocar. Porque, no nos engañemos: exprimirse el cerebro para reducir otros costes o ingeniárselas para obtener nuevos ingresos es más complicado, da mucho más trabajo y no proporciona unos rendimientos inmediatos. Lo fácil es lo otro que, además, carece de penalización e incluso diría que está bien visto, al menos por los mercados. Pero con este tipo de actuaciones de los directivos-manos-tijeras no hacemos más que debilitar a las empresas, que cuando llegue el final de la crisis habrán perdido talento, fortaleza y competitividad. Muchos de los que las dirigen las compañías anteponen el resultado a corto plazo y la palmadita en la espalda de los dueños y accionistas a una visión con mayor perspectiva que, a la larga seguro que dará mejores frutos y mucho más estables. Ya que a los defensores de este sistema perverso les gusta tanto Alemania que miren e imiten los consejos de supervisión y vigilancia que tienen las empresas de ese país, en los que participan también los representantes de los trabajadores. Ni a la canciller alemana Angela Merkel le he oido decir que quiera desmantelar lo que en su día bautizaron como la economía social de mercado ni a sus fanáticos seguidores de la patronal española les he escuchado reclamar su instauración en nuestro país.

martes, 31 de enero de 2012

Empresas vacías

La quiebra de Spanair me trae a la mente la cuestión de los activos y los pasivos y una cuestión de mucho más calado: ¿Qué es una empresa? ¿Que tiene en realidad? En los últimos años hemos vivido la moda de que cuantos menos activos, mejor. Una compañía entendía que poseer por ejemplo su sede en propiedad suponía tener activos ociosos a los que no se les extraía ninguna rentabilidad ¿Solución? Los vendía. Y así con otros muchos bienes hasta llegar, en algunos casos, hasta el absurdo. La tendencia se pronunció. Y ahora vemos que muchas empresas apenas tienen la marca de su propiedad -- y no siempre--y poco más. Pero las deudas y riesgos que asumen multiplican por muchísimas veces ese activo ¿Qué respalda entonces sus deudas? Nada. O puro humo, pero muy poco más. Spanair no tenía nii sus propios aviones --algo común por otra parte en el sector aéreo--. Por eso su pasivo supera con creces a su activo. De todas formas, no sé de qué me extraño. Esta cuestión es precisamente una de la que nos ha llevado hasta la profunda crisis que vivimos en la actualidad.

martes, 24 de enero de 2012

Se buscan 40.000 millones

Hagamos apuestas. El desvío del déficit en España este año supone unos 40.000 millones de euros. La subida del IRPF y otras medidas acordadas por el Gobierno del PP no llegan ni a la mitad de esa suma. No quedará más remedio que incrementar el IVA, cuyo tipo es uno de los más bajos de la Unión Europea (UE) y los impuestos que gravan el tabaco, el alcohol y los carburantes. Y no será la única cura de caballo a la que nos sometan, dadas las perspectivas de crecimiento tan poco halagüeñas para el 2012 e incluso el 2013. En resumen, ante un escenario de crisis que se mantiene. Casi podría apostar por que además habrá ajustes del gasto sin precedentes. Solo de esta forma se podrá cumplir con el déficit del 4,4% del producto interior bruto (PIB). Tantas negativas por parte del Gobierno ante más alzas tributarias no nos hacen más que malpensar. Tenemos precedentes con lo del IRPF. Cuando pasen las elecciones andaluzas veremos.... A no ser que en la cumbre europea del día 30, con permiso de Angela Merkel, nos aflojen la cuerda y nos den más plazo para cumplir con los objetivos. Esa sería otra opción menos dolorosa, pero no me haría muchas ilusiones dado el poco rédito electoral que supondría para la cancillera alemana.

viernes, 20 de enero de 2012

Asfixiar al que se ahoga

Veamos. Yo creía que lo más lógico era que cuando alguien se asfixia se le facilita la respiración para que sobreviva. De lo contrario muere. Pero, por lo visto, no es así. O eso nos quieren hacer creer. Con unas economías con un encefalograma plano, o mucho peor que eso ¿se hace bien aplicando solo austeridad? ¿Es esa la única receta posible? Es evidente que no se puede prolongar mucho más tiempo la situación en la que los gastos superan con creces a los ingresos. Eso no es sostenible ni saludable, pero ¿tan importante es arreglarlo en dos o tres años? ¿Y si se hace en un poco más de tiempo? Lo importante, creo yo, es que se haga y que se adquieran compromisos claros en ese sentido. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se han filtrado pronostican dos años más, como mínimo, de recesión en España y un panorama más bien sombrío. No es de extrañar. Lo predicen hasta las agencias de calificación de riesgos como Standard & Poor's (S&P). Sí sí, aquellas que, como el FMI aconsejan estas medicinas que luego nos aprietan más la soga al cuello. No veo más salida que el estímulo por parte de los países en mejor situación, como por ejemplo Alemania. En resumen, un poco de oxígeno para los enfermos ¿Acaso no se ha dado cuenta todavía Angela Merkel de que va en el mismo barco y que, si asfixia a buena parte del pasaje para salvar a algunos de sus bancos, al final no tendrá a nadie a quien vender?