lunes, 25 de enero de 2010

Endeudamiento público ¿sin límite?

Tarde o temprano, las deudas hay que saldarlas. Las comunidades autónomas están ahogadas por una losa en forma de endeudamiento que alcanzaba en septiembre pasado los 19.000 millones de euros, según los datos del Banco de España. Catalunya encabeza la clasificación con casi 6.000 millones y le sigue la comundiad valenciana, con 4.157 millones y Madrid, con 3.911 millones. Es evidente que el sistema de financiación autonómica no ha funcionado, sea por escasez de ingresos o bien por exceso de gastos. Algo hay que hacer para frenar esta sangría que los indicadores de cierre del 2009 y las previsiones para el 2010 no hacen más pronosticar al alza. Y, como todos sabemos, o bien la Administración central inyecta más recursos --algo difícil cuando se encuentra acuciada por un déficit monumental-- o bien se suben más impuestos --algo poco probable en año electoral. En Catalunya, por ejemplo se celebrarán comiciones en otoño-- o se recortan gastos, pero ¿cuáles? Tal vez es más una cuestión de gastar de forma más eficiente, que, en el fondo, es algo que habría que exigir a cualquier Administración. Sería una auténtica demostración de higiene democrática, pero eso, claro, supondría menos cargos, menos asesores, menos organismos que nos se sabe muy bien para qué sirven... En definitiva, menos derroche ¿No es acaso eso lo que hacemos las familias cuando nos aumentan las deudas?

martes, 19 de enero de 2010

Paro ¿Hasta cuándo?

Seamos realistas. El problema del paro es una cuestión de larga duración. Lo recordaba el otro día el profesor de IESE, Juan José Toribio. En 1995, la tasa de desempleo alcanzó su máximo, por encima del 22%. En 1993 ya se encontraba en ese nivel. No fue hasta 2007, 11 años después del récord, que se situó en su nivel mínimo, el 8,3%. Ahora la tasa de paro está entorno al 20%. Si nos fijamos en las pautas del pasado, las noticias no son buenas. No es que el pasado tenga que repetirse de forema milimétrica, pero los datos no dan mucho pie al optimismo. Basándonos en los casos anteriores, el desempleo no llegará a su mínimo hasta el 2021 y no bajará hasta cotas del 10% hasta el 2016. Solo un crecimiento económico muy rápido e intenso podría romper estos pronósticos. Pero, tal como está la situación, por ahora, parece que eso es poco probable. Para que se genere empleo, el producto interior bruto (PIB) español debe crecer el 3% o el 4%, unas tasas que, en la actualidad, son poco probables y que no volverán hasta dentro de un tiempo --este año aún registraremos retrocesos del PIB en términos trimestrales al menos durante la primera mitad del ejercicio--. Es evidente que hacen falta medidas de estímulo económico muy potentes y de revolución del mercado laboral, en vez limitarse a esperar que el viento empiece a soplar a favor. Y para eso, una vez hecho un diagnóstico consensuado, tienen que darse pasos acordados por el máximo número posible de partidos y agentes económicos y sociales. Seguro que eso contribuiría a llegar a unos niveles de desempleo más decentes y en un plazo de tiempo mucho más corto.

jueves, 7 de enero de 2010

Nuevos años, nuevos negocios

Me comentaba el otro día el responsable de un diario que es cierto lo de la crisis. "Todos sabemos que el negocio está en crisis y que hay quereinventar o crear uno nuevo, pero nadie sabe cuál es este", decía. Y tiene razón. Los modelos de negocio, como los gustos, las modas o los años, pasan y cambian. El problema es dar con el que funciona. Que se lo digan si no a la industria de la música, en especial a las discográficas o a las agencias de viajes o... Siempre habrá quien lo hará mejor que los establecidos. Google tiene apenas 12 años y ya es un auténtico problema para Microsoft, que tiene unos 30 y, en su día, fue un reto para la establecida IBM. Quien se crea que ha dado con la piedra filosofal y que puede vivir de rentas, sin modificar los ejes esenciales ni los complementarios de su negocio tal vez no está aún muerto, pero no tardará en estarlo. En algunos de mis libros, como Sucedió en en Wall Street o su segunda parte, titulada ahora Historias curiosas de loss negocios, lo explico. El mundo de la empresa es una carrera constante de fondo. Solo prosperan los que se saben adaptar al entorno. Y estos son o bien los que entran nuevos en el negocio, sin las rémoras del pasado; o bien aquellos establecidos, que saben modificar su organización o tenerla preparada para hacer los cambios oportunos y necesarios en cada momento. Y eso, créanme, no es nada fácil. No es nada fácil transformar una compañía informática como Apple en un gigante que ha transformado la industria musical. Creánme. No lo es.