miércoles, 27 de julio de 2011

Mercados y hambre

Que si debacle económica mundial si no hay acuerdo sobre el techo de gasto en EEUU, que si la prima de riesgo, que si los mercados financieros, que si la bolsa retrocede... Realmente son problemas que parecen alarmantes y lo son. Pero ¿son los esenciales? No lo tengo tan claro. Mientras en el mundo avanzado, con las necesidades básicas más o menos cubiertas discutimos estas cuestiones en el Cuerno de África niños, hombres y mujeres mueren por miles a causa del hambre. Y todos miramos hacia otro lado, o mejor dicho, hacia la pantalla del ordenador para ver si sube o si baja el diferencial del bono a 10 años, si se revaloriza nuestra cartera de acciones en bolsa o si detectamos oportunidades para comprar muy barato y vender muy caro. Más nos valdría mirar de vez en cuando esas caras inocentes de dolor agobiadas por la desnutrición, por el dolor y preguntarnos qué podemos hacer. De lo contario no me queda más que preguntarme: ¿Realmente somos humanos?

lunes, 18 de julio de 2011

Tragedias griegas y dramas españoles

Realmente, la tragedia la viven los griegos: recortes, ajustes, sangre, sudor y lágrimas. Pero también los españoles vivimos, quizás no una tragedia, pero sí un drama. Tras unos resultados bastante positivos de los tests de solvencia de los bancos, ahora resulta que no basta y que España tiene que pagar para financiarse más del doble que Alemania. Y la presión parece que no se acaba. Los mercados, esos ansiosos acreedores que no parecen tener límite al tratar de ahogar a los deudores, saben que, al final, siempre paga alguien la factura, es decir, los contribuyentes europeos. Y mientras Europa se revela una vez más incapaz de frenar esta espiral de ataques sobre los países que se perciben en situación más débil por primar más los intereses nacionales que los colectivos. Si la cumbre del jueves 21 fracasa y no hay más unión que desunión, nos esperan tiempos realmente difíciles y del drama pasaremos a la tragedia.

martes, 12 de julio de 2011

Manos invisibles y manos negras

Adam Smith hablaba de la mano invisible que dirige el mercado. Algunos ven más bien una mano negra en la actual situación que conduce a la zona euro hacia el precipicio, que va desde inversores y especuladores sin corazón a estrategas que mueven los hilos con la complicidad de Moody's y el resto de agencias de calificación crediticia. Simplifiquemos: Al área dólar-libra no le gusta mucho la divisa europea. Es cierto. Un poco de manipulación sí que hay, en ese sentido. Pero también es cierto que muchos países afectados por la crisis de la deuda, como el caso de España, deben dinero. Y los acreedores quieren cobrar. Pero es como cuando un inquilino no paga al casero ¿No es mejor negociar que pague un poco menos de los 1.000 euros mensuales que tenía pactados que exigirle 1.500? Claro que eso implica un ajuste, un sacrificio por parte del acreedor. A tenor de los hechos, parece que los acreedores prefieren asfixiar a los países que les deben dinero que cobrar . En apariencia es un contrasentido. Pero me temo que es una estrategia para conseguir que, como siempre, el conjunto de los contribuyentes europeos, a través de sus representantes políticos, acuerden saldar el 100% de esas deudas. Así, los acreedores (esencialmente bancos y otras instituciones financieras) cobran sin hacer el más mínimo esfuerzo y encima se embolsan mayores réditos por la situación de crisis que han contribuido a generar. Parece un esquema simple, pero se articula de forma más compleja. Además, la ambigüedad, la falta de resolución y la primacía de los intereses nacionales (o de los bancos nacionales) por encima de los generales en Europa contribuye a esta ceremonia de la confusión de la que solo unos pocos sacan una buena tajada. Desde luego eso son manos invisibles, negras y muchas otras cosas más que mejor no calificaré.

viernes, 1 de julio de 2011

Exportaciones, bien; pero ¿y el consumo?

No paramos de estar contentos porque las exportaciones funcionan. Y es un un buen dato, excelente. Pero no debemos olvidar el peso que tiene la demanda interna, mucho mayor que el sector exterior, y esta no tira. Lo reflejan todos los indicadores, como las ventas de coches. Y de esta forma será difícil que se produzca una recuperación suficiente para generar empleo neto. El paro creciente desincentiva las compras y esos millones de pequeñas decisiones, desde aplazar la renovación del ordenador hasta demorar unas reformas en casa, no hacen más que agudizar la crisis y generar nuevo desempleo. Es un círculo vicioso, que no virtuoso ¿Cómo romperlo? Las rebajas que comienzan hoy pueden ser un test. A ver si la gente se anima a comprar. Hacen falta estímulos y confianza. Si tienes trabajo y unos euros de excedente, compra. Compra algo. A lo mejor así crecemos y creamos empleos porque si es por las medidas que deben tomar los políticos........