martes, 22 de junio de 2010

¿Fusión o adaptación?

Se habla constantemente en el mundo empresarial de la necesidad de ganar tamaño. Fusiones, alianzas, compras... Es bien cierto que la empresa no puede quedarse quieta, que tiene que estar atenta y adaptarse a un entorno que cambia cada vez a mayor velocidad. Algunas han optado por la fusión, aun siendo de titularidad familiar, como es el caso de Comsa Emte. Otras han preferido seguir su camino mediante compras, como los casos de la cadena de súpers e hípers Bon Preu o el grupo de medioambiente Ros Roca , lo que les permite crecer y mantener el control absoluto; y otras recurren a la bolsa, como la multinacional de aplicaciones del agua, Fluidra. Cada una elege su vía. Lo que hay que preguntarse es si, en el fondo, más que de crecimiento puro y duro no estamos ante la necesidad de entender el mercado. Si esa es la premisa, quizá sea suficiente con ofrecer al mercado lo que este demanda, lo que suena sencillo, pero no lo es. Cada empresa tiene que hacerlo a su manera. Si existe sintonía entre las culturas de dos compañías y escasas redundancias en el negocio, la fusión puede ser una opción. O tal vez haya otros caminos mejores y que se acoplen a su estilo, al margen de modas y presiones del entorno. Las empresas y los empresarios tienen que ser los dueños de su destino, no los consultores y asesores.