jueves, 27 de marzo de 2008

Átomos y viento


En esto de la energía más vale correr para asegurarse la independencia de suministro. El presidente francés , Nicolas Sarkozy, se ha asegurado un buen volumen de negocio durante su encuentro con el primer ministro británico, Gordon Brown. Ambos países estrechan lazos en materia de energía. El Reino Unido apuesta por la nuclear, de la que Francia está más que bien surtida. Es la líder mundial. Está claro que hacen falta alianzas para asegurarse la independencia energética porque depender mucho del petróleo o el gas, que se concnetra en países no muy estables, ocasiona graves problemas. España, que hace años renunció a la nuclear, apostó por las energías renovables, es decir, por el sol y por el viento, que son claramente sostenibles, pero aún no está claro que puedan garantizar la independencia total. Curiosamente, el Gobierno español ha abierto los brazos al desembarco de la francesa EDF --que es pública y se nutre esencialmente de energía nuclear-- en el capital de Iberdrola. No parece coherente con una estrategia de energías renovables. En ese supuesto lo más lógico sería estrechar lazos con Alemania, donde las nucleares tampoco son muy bien vistas. A no ser que, en el fondo, el Ejecutivo español esté empezando a preparar el terreno para apostar también por la energía atómica, además de por el viento y el sol. No hay nada malo en ello, aunque, en todo caso habrá que analizar los pros y los contras y tener en cuenta los costes que efectivamente lleva aparejados la nuclear, como son los residuos y su gestión. Si esa es la intención del Gobierno, lo que tiene que hacer es explicarlo.