viernes, 26 de diciembre de 2014

Cero interés

Pues muy bien. Tras bajar el Estado al 1% el interés al que presta el dinero a las autonomías sujetas al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) desde octubre pasado, ahora lo ha bajado al 0%. Perfecto. Desde luego mejor es ninguna carga financiera que tener que pagar una, por bajo que sea el interés. Pero ¿por qué se produce esta situación? Supondrá, por supuesto, un ahorro con respecto a la asfixia autonómica actual, pero no olvidemos que el origen de todo, aunque es verdad que también ha habido despilfarro e imitación compulsiva de la elefantiasis de la Administración central, nace de la infrafinanciación de comunidades como Catalunya, Madrid, Valencia o Baleares. En resumen, que aportan mucho más de lo que reciben. Y eso hay que corregirlo. En cualquier circunstancia de la vida normal se haría. Está bien ayudar, pero no llegar incluso a empobrecerse para que el otro mejore. Desde luego no deja de sorprender que el dinero con el que el Estado financia las escaseces de estas autonomías se convierta en préstamos con interés. Lo que hace, en el fondo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es darles a los territorios unos recursos que en buena parte les corresponden, pero como acreedor y en forma de crédito. Como un banco. Chocante. Traten de explicárselo a cualquier analista anglosajón (muy pragmáticos ellos) o a cualquier persona con un poco de sentido común. Entiendo que la condonación de intereses decidida por el Gobierno del PP viene a ser el reconocimiento de una anomalía, pero a medias, con la boca muy pequeña, porque los recursos tendrán que devolverse y no se atisba una solución estable ¿No sería mejor haber acordado de una vez un modelo de financiación más suficiente para las autonomías, con un grado de solidaridad, pero dentro de la lógica y con una mayor vinculación entre lo que se aporta y lo que se recibe, señor Montoro? La solución, como siempre, un parche para salir del paso y vender ante Bruselas el cumplimiento del déficit, pero sin estabilidad y con mucho control y dominio de las comunidades por parte del Estado, convertidas prácticamente en entes administrativos sin capacidad de decisión ni autonomía financiera. Llaménme malpensado, pero a lo mejor es eso lo que busca el Gobierno de Mariano Rajoy. Ah! sí, y cero interés.

lunes, 15 de diciembre de 2014

El I+D y los casinos

Lo que iba a ser el gran proyecto Barcelona World no se lo que será, pero lo que sí tengo claro es que, como catalán, como ciudadano, acabaré formando parte del mismo, directa o indirectamente, sin que nadie me haya consultado ¿A santo de qué ley metafísica o económica tiene la Generalitat que participar de forma tan activa en la gestión de este suflé, más lleno de aire que de contenido? ¿Para tapar el fracaso? ¿Para endulzar un fiasco? Ponga o no ponga dinero, lo que sí aportará la Administración catalana es tiempo y recursos humanos públicos (de todos) para gestionar algo que, si acaba prosperando, será un negocio privado ¿O acaso los que participan en el mismo redistribuirán los beneficios que obtengan entre el conjunto de los ciudadanos? Hable con el empresario o industrial que hable me dice que no entiende lo que está haciendo la Generalitat y el Govern de Artur Mas, ese que se jactaba de potenciar y apoyar a la economía productiva y del conocimiento ¿Acaso forman parte los casinos de ese modelo, de esa estrategia? ¿Qué tiene que ver un proyecto que desde el inicio aparentaba ser un castillo de naipes con potenciar el I+D y un modelo de crecimiento económico sostenible y de valor añadido? No lo entiendo. Y menos en un gobierno que dice carecer de recursos para pagar a tiempo a los proveedores o para invertir más en el estado del bienestar. No aprenden: Abrazan al primer especulador que vende fórmulas mágicas y endebles alternativas a otro fiasco: el de Eurovegas en Madrid, con las que dárselas de más inteligentes. Así se creyeron más listos que los adversarios políticos del PP. Pues mire usted, no. Al final resulta que hay que tener proyecto, un modelo, una estrategia y apostar por ella para obtener réditos solventes. Lo demás es depender del azar. Son las cosas del juego y de hacer leyes a medida de sus promotores.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Viajes de trabajo

Pues miren. A mí lo de los viajes de trabajo no me convence. El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago,seguro que tenía muchas tareas en Tenerife --no digo de qué tipo-- y, claro, los viajes se los pagábamos entre todos, sin justificación, sin rendición de cuentas, como suele hacerse en este país tan tendente a la opacidad dirigente.Y es que este es el país de la vergüenza transversal de las tarjetas de Caja Madrid y el consiguiente hundimiento de la entidad, al igual que sucedió con la antigua Caixa Catalunya; de la familia Pujol o el caso Palau y en el que una nefasta inversión como el almacén de gas Castor la acabamos financiando los contribuyentes de siempre gracias al tradicional capitalismo de amiguetes y élites extractivas. Para eso estamos, para pagar las facturas propias y ajenas, las de corruptos y vividores, arribistas y amiguetes que camparon a sus anchas en los años de bonanza. Y mientras, recortes y más recortes, especialmente en servicios esenciales como la sanidad o la educación, que se deterioran a marchas forzadas, no por falta de implicación y voluntad de la mayoría de los profesionales sino por la ineptitud de quienes rigen esos servicios, más con criterios políticos (partidistas) que racionales, cuando ambas cosas deberían ser similares. Porque de recortar gastos superfluos, asesores áuricos, mandangas y demás boatos, nada de nada. Eso, para la mayoría de dirigentes, son cuestiones estratégicas e intocables. No diré que Monago sea el único culpable de los ajustes, pero ha ayudado, como otros muchos, a que el dinero que debía revertir en todos los ciudadanos que contribuyen a través de los impuestos, se vaya a los bolsillos de unos pocos que, por cierto, no acostumbran a pagar impuestos o, al menos, a hacerlo en la medida en la que deberían. Que vayan a la cárcel y purguen sus culpas, pero que primero devuelvan el dinero ¡Y luego se extrañan del auge de Podemos!

lunes, 13 de octubre de 2014

En el país de Torrente y de las tarjetas 'black'

Si es que Santiago Segura se queda corto. En España, la realidad supera a la ficción de Torrente. En un país en el que un presidente autonómico, Jordi Pujol, no encuentra el momento durante 30 años para regularizar su situación fiscal y se permite el lujo de abroncar a los representantes de los ciudadanos en Catalunya; donde el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, manda SMS a un gerente corrupto de su partido y, sin ningún rubor, evita dar explicaciones a periodistas y ciudadanos; donde la corrupción salpica incluso a la Casa Real... Y luego resulta que quieren meter en la cárcel a una madre que encontró una tarjeta y compró 200 euros en comida para sus hijos. Sí, en el mismo país en el que consejeros y directivos de Caja Madrid y de Bankia se fundieron más de 15 millones de euros en viajes y vicios de toda índole mediante las denominadas tarjetas 'black', a la vez que la entidad dejaba en la calle a familias por no pagar una cuota de la hipoteca o colocaba preferentes a ancianos y ancianas desvalidas. Hace falta partir de cero, empezar de nuevo. No veo otra solución. Lo peor no es que al final resulta que los taxistas, a los que siempre se acusa de estar criticando, o los comentarios de bar o de tasca ya lo vaticinaban. Lo peor es que tenían razón e incluso, me temo, puede que se quedaran cortos.

viernes, 29 de agosto de 2014

De añadir a extraer valor

Pues mira por dónde leyendo un artículo de la Harvard Business Review (www.hbr.org) sobre los ejecutivos depredadores, aquellos que piensan más en incrementar sus bonus que en el valor de la compañía para los verdaderos dueños, los accionistas; me ha venido a la mente de nuevo la familia Pujol. Se dice que los directivos que actúan de la forma dicha (más por el interés personal que por el colectivo) lo que hacen no es generar o añadir valor a las empresas que gestionan sino extraerlo ¿Qué hizo Jordi Pujol? Muchos creían que crear valor para Catalunya. Y llegó a parecerlo. E incluso puede que así haya sido. Pero se lo han cobrado bien, tanto él, como su esposa Marta Ferrusola y sus siete hijos, todo el clan. Le han extraído mucho valor a Catalunya. Si entrar en otras actuaciones de su entorno familiar ¿cómo calificar si no la elusión del pago de impuestos, no digo ya de aquellos que recauda el 'maligno' Estado central sino de los que ingresa la administración catalana, aquella a la que Pujol decía servir con pasión? Como mínimo, el de patrimonio. Y al decir esto me embarga una duda: ¿Ha emprendido la administración tributaria catalana alguna investigación o la cosa queda en nada? Tras la confesión del pasado mes de julio, sea esta la verdad, una mentira o una mezcla de ambas cosas; el 'expresident' de la Generalitat debería comparecer a toda prisa en el Parlament para dar todo tipo de explicaciones y detalles, incluso debería obligársele a hacerlo ¿No sería este el procedimiento en cualquier democracia madura? ¿Por qué no? ¿Acaso no se le exigen explicaciones a cualquier ciudadano cuando comete faltas o delitos? Y las argucias legales que emplee servirán para deteriorar más su imagen y la de las instituciones, por más derecho que tenga a defenderse, lo que nadie pone en cuestión. Ante un engaño y una tomadura de pelo a la ciudadanía de tamaña envergadura no hay más salida que la purga y la vergüenza y ¿por qué no? devolver el dinero, por más honorable que se sea o se haya sido.

sábado, 26 de julio de 2014

Soy catalán y tributo

Soy catalán y tributo. No es un contrasentido. Creo que es un buen momento para recordarlo. También hay catalanes que pagan sus impuestos, como manchegos, extremeños o madrileños. Y son la mayoría. Y hay que subrayarlo tras el terremoto provocado por las confesiones del 'expresident' de la Generalitat, Jordi Pujol, un referente de valores para muchos. A ver, dice el 'molt honorable' que no encontró el momento durante 34 años para regularizar (declarar) una herencia recibida de su padre. Ha habido tres amnistías fiscales durante la democracia y una última oportunidad hasta abril del año pasado para informar sobre los bienes que se tienen en el extranjero que, además supuso una inyección de fondos para las arcas de la Generalitat por la vía del impuesto del patrimonio. Ni siquiera por ese sipuesto ardor patriótico que le caracteriza lo hizo. Y ya no era 'president' ¿Qué le impedía hacerlo? ¿Los horarios de la Agencia Tributaria? ¿El qué dirán? Por más disculpas que pida, no tiene perdón. Yo pago y otros muchos también y no tenemos ni cuentas ni bienes ni en Andorra ni en Suiza. Y ni siquiera nos envolvemos en banderas.

jueves, 26 de junio de 2014

Verbena fiscal

En la vigilia de San Juan, rebajas fiscales a todo trapo. Una auténtica verbena fiscal. El Gobierno del PP ha sorprendido a todos con el anuncio, no de una reforma fiscal global como prometió, sino de rebajas y retoques. Porque eso es lo que han hecho pese a haber fichado a un equipo de expertos para elaborar un sesudo estudio con propuestas de reforma tributaria. No ha sido más que un escudo para el Gobierno, como otras veces en los que se ha recurrido a los sabios. Pero lo que sí es destacable es el calendario con el que se aplica la supuesta reforma, que se acompasa con las citas electorales milimétricamente. Antes de ir a votar, desde el 1 de enero próximo, los asalariados notarán una rebaja en la nómina, de una media de unos 20 euros mensuales. A menos salario mayor porcentaje de rebaja, pero menor en términos absolutos. Y con una tarifa que se parecerá casi al 100% a la que había cuando este mismo Gobierno decidió subirla con efectos desde el 2012. Ahora nos la bajan sin contar con la inflación, sea mucha o poca, que se ha acumulado por el camino, no solo en su impacto en la tarifa sino en otros elementos como los mínimos personales y familiares. Sin embargo el efecto-propaganda ya está desatado. No hay quien lo pare. En resumen, antes de las elecciones generales, más dinero líquido en la nómina, aunque sean unos céntimos --mucho más a mayor renta--. Incluso se fuerza a las autonomías a seguir con esta pauta aunque tengan secas sus arcas. Todo en beneficio de la verbena fiscal por más que critique Bruselas o el FMI y que nos recuerden que debemos todo la riqueza que generamos en un año. Una vez transcurridos los comicios, tanto los municipales de primavera como los generales de otoño, si la denominada reforma fiscal tiene efectos secundarios en forma de que la rebaja al final no es tanta al hacer la declaración de la renta o de recortes de gasto para cuadrar las cuentas, los ciudadanos ya habrán votado. Quedarán otros cuatro años por delante para digerir los efectos colaterales. Y ya veremos. En fin, lo habitual....

martes, 10 de junio de 2014

Los que siempre ganan

Estamos en una economía de libre mercado. Bueno, no del todo. Hay sectores que sí que están sujetos a esas reglas de juego. Cuando las cosas van bien pueden incluso ganar dinero. Y mucho. Pero cuando las cosas van mal lo pierden e incluso quiebran. Pero no son unas reglas que funcionen para todos. Me lo decía recientemente un empresario que tuvo que lidiar con la incomprensión del sector financiero para refinanciar su deuda : Hay cuatro sectores o actividades que cuando la economía funciona ganan mucho dinero y cuando no, se les ayuda. En resumen, que pagamos sus facturas entre todos o mejor dicho, son actividades que colectivizan las pérdidas pero privatizan las ganancias. Son la banca, las eléctricas, las grandes constructoras y las grandes distribuidoras. Sobre los bancos ¿qué decir? Ni siquiera cuando gestionan temerariamente se les penaliza. La banca está protegida por el sacrosanto escudo del riesgo sistémico. Si caen, perdemos todos. Si ganan, se lo embolsan. Y no digamos la regulación curiosa al 'crowdfunding' o al 'crowdlending, financiación colaborativa que puede restarles negocio ¿Las eléctricas? Por poner un ejemplo: el famoso déficit de tarifa lo pagamos a plazos en el recibo, sin auditorias ni una estrecha supervisión sobre el mismo; u otro ejemplo, el peaje al autoconsumo, es decir, el pago de una carga por producirse uno mismo la energía... ¿Las grandes constructoras? Podemos recordar el bochornoso episodio del Canal de Panamá. ¿Y la gran distribución? Se financia con los dilatados plazos de pago a los proveedores que, por cierto, sí pueden acabar en quiebra. Este es el libre mercado a la española. Y luego nos extraños de ser líderes en demandas por parte de inversores internacionales por medidas con carácter retroactivo como el recorte a las energías renovables.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Economía ficción

¿Puede un país que debe tanto como lo que produce en un año y que gasta más de lo que ingresa salir del hoyo de la crisis? Esperemos que sí. Pero seamos realistas y no nos dejemos embaucar por la euforia oficial. No tengo claro que lo que nos venden sea la verdad absoluta. Con un panorama financiero como el indicado es difícil de entender cómo encaja en todo esto la rebaja fiscal que promete el Gobierno ¿Si ingresas menos de lo que gastas cómo vas a rebajar impuestos? Entiendo los recelos de Bruselas. A no ser que el Gobierno guarde un as en la maga: la subida de tributos más 'invisibles', como los que gravan el consumo y los indirectos en general. De alguna manera hay que mantener o incrementar la recaudación. No olvidemos que una de las premisas de la tan cacareada reforma tributaria es que tenga un efecto recaudatorio neutro, es decir, que no reduzca la recaudación y que, como mínimo, la mantenga.Y el déficit público solo se puede reducir con más ingresos, menos gastos o una combinación de ambas actuaciones. El Gobierno, empujado por una atmósfera muy electoral, anuncia bajadas de impuestos y renuncia a recortes. Algo se calla o algo se guarda en la chistera. Y es que la otra vía para cuadrar el círculo que venden es un crecimiento explosivo, pero, con una economía que vive desde hace meses de la exportación a unos socios europeos que pierden fuerza y una demanda interna que a duiras penas logra despegar mientras se mantenga el nivel actual de paro, esta opción se intuye muy lejana. Es verdad que estamos mejor de lo que estábamos. Faltaría más. Pero de ahí a que vayamos como un cohete hay todavía mucha distancia. El optimismo es positivo. Incluso más incentivador y rentable y que el pesimismo. Pero no caigamos en las redes de la economía ficción. Seamos realistas, no ingenuos.

miércoles, 23 de abril de 2014

España pierde potencia

No es nada raro. España, o mejor dicho, el sistema eléctrico español, pierde potencia. Por primera vez desde 1990, ejercicio más antiguo del que existen estadísticas fiables, la potencia instalada se reduce con respecto al ejercicio precedente. El año pasado, el total de megawatios (MW) del parque de generación era de 102.308, mientras que al comenzar el presente ejercicio se ha situado en 102.301. Un buen símil de la situación económica de un país que vivió en una burbuja que estalló. Y también un indicador, aunque parezca simbólico, por una parte de que ya hay parques solares fotovoltaicos que paran por falta de rentabilidad o viabilidad y por otra, de que se paralizan otras centrales por falta de demanda. Y eso no es más que el comienzo porque aún veremos más pinchazos de inversiones en energías renovables por los cambios regulatorios del Gobierno y está pendiente la hibernación de ciclos combinados (centrales que queman gas), que apenas superan el 10% de nivel de uso tras un periodo de ingentes inversiones basadas en unas previsiones de demanda con un optimismo excesivo. El ministerio de Industria tiene registradas 69 de este tipo de instalaciones que suponen casi la cuarta parte de toda la potencia instalada. Lo normal es que la potencia instalada crezca de forma gradual y se adapte a las necesidades energéticas del país. Pero es que este no es un país normal. El exceso en la planificación es similar al ocurrido con las autopistas radiales de Madrid, cuya ruina ahora, de un modo u otro, contribuiremos todos a pagar. O con los excesos de la banca o la proliferación de aeropuertos que hoy son monumentos al esperpento. La reducción del parque energético era de prever. No hay demanda para tanta central eléctrica. En los momentos de más consumo no se llega ni a los 41.000 MW, menos de la mitad de todo el parque existente. En el 2007, el año previo al estallido de la crisis, el pico de demanda fue de  45.450 MW y la potencia instalada era de 85.505 MW. Hoy supera los 102.000 MW.¿Es que nadie con dos dedos de frente era capaz de ver que nos estábamos pasando? ¿O es que se seguía invirtiendo en respuesta a intereses muy distintos a la cobertura futura de la demanda energética? Ahora la demanda aún está más alejada del conjunto de la oferta. La paulatina reducción de potencia instalada es consecuencia de un país que se emborrachó con un crecimiento a base de crédito fácil. Y, que conste, que no hemos hecho más que empezar a pagar las facturas de una fiesta en la que no todos participamos, pero cuyos excesos sí que contribuiremos a pagar. Si no, al tiempo. Por el momento, ya pagamos por la potencia contratada hasta un 70% más que un año atrás, la usemos o no...

sábado, 19 de abril de 2014

Con corrupción no hay salida

A ver si lo entendemos. O, algo mucho más importante, que lo comprendan los poderes políticos. Si no se acaba con la corrupción no habrá salida. Y no es que este sea un país más corrupto que otros. El problema es la falta de prevención y, por supuesto, de penalización al corrupto, como advierte Luis Garicano, autor de El dilema de España (Península) ¡Cómo se va a poder construir una economía con bases sólidas si el sistema gira en torno al amiguismo, el enchufismo y alrededor de la práctica de meterse parte o todo el dinero común en el bolsillo propio! Si partimos de que somos más lo que se ve, se opina o se piensa de nosotros que lo que en realidad creemos que somos, poco ayuda a mejorar nuestra imagen que apenas se avence en mejorar la seguridad jurídica y reprimir la corrupción. En todas partes hay prácticas sociales y económicas reprochables, en muchos países. Incluso entre nuestros socios comunitarios. Pero lo que no es de recibo es que apenas se persigan y se castiguen, como sucede en España. O esa es la sensación que da, al menos. Eso es lo que nos diferencia. Y, mientras que no se prevenga y se persiga hasta las últimas consecuencias al corrupto no tendremos solución. De esta forma, la salida de la crisis será al viejo estilo, sin propósitos de enmienda ni reformas del modelo económico e institucional. Y a la espera de que nos lleve el viento, sin mapa ni estrategia y al albur de la próxima crisis.

domingo, 16 de marzo de 2014

Reforma fiscal y trilerismo

El informe de la comisión de expertos para la reforma fiscal es un catálogo. Aporta 125 ideas de cambios, pero en el fondo, propone cosas que el Gobierno piensa pero no se atreve a decir. Es, por tanto, un escudo protector para el Ejecutivo, que lo vende como una guía llena de verdades absolutas a la que recurrir si llueven las críticas. En esencia se opta por cambiar la estructura tributaria y porque acaben pagando más quienes menos tienen ¿Por qué? Por el aumento del peso en los impuestos indirectos, como el IVA, que se pagan independientemente de la renta o el incremento del IBI. No es lo mismo pagar un 21% cada vez que gasta alguien que gana 1.000 euros al mes que otro que ingresa más de 6.000. Cuestión de proporciones. Los expertos defienden una bajada del IRPF (una medida muy visible a través de unas menores retenciones en las nóminas en el 2015, año de elecciones generales), que es el impuesto teóricamente progresivo (a mayores ingresos, más impuestos, aunque el sistema ya se ha encargado de facilitar que los del extremo alto tengan todo tipo de vías para tributar menos de forma legal). Pero es que, como dicen en el informe, el efecto recaudatorio de la reforma ha de ser neutro porque hay que cumplir con el déficit marcado por Bruselas, es decir, el Estado no puede dejar de ingresar ni un céntimo. Y para ello optan por los impuestos más invisibles a simple vista, como el IVA. La percepción del ciudadano será la de que le meten más dinero en el bolsillo para que pueda gastar más justo cuando tiene que acudir a las urnas (¡gracias presidente Rajoy!). El Gobierno así trata de dar la imagen de que cumple con sus compromisos de bajar impuestos en año de elecciones, aunque sea tarde y después de no haber hecho más que subirlos desde que llegó al poder. Pero no cuenta que la contrapartida será que cuando el ciudadano de a pie al que le han metido unos euros de más en su bolsillo llene el carrito de la compra se los dejara en esa transacción, si no es que además tiene que añadir alguno más. Los ingresos totales se deben mantener estables en torno al 37% o 38% del producto interior bruto (PIB), explican los sabios en el informe. Por eso, una rebaja de unos 3.000 millones en las rentas del capital y otros 7.000 en las del trabajo debe compensarse con una subida de unos 10.000 millones en el IVA y otros gravámenes indirectos. De hecho es una trasvase, auténtico trilerismo del Estado: lo que pierde por un lado, lo gana por el otro. Y ¿quiénes pagan? Pues los de siempre porque, según cuenta el mismo informe, uno de los pilares contra el fraude fiscal es "reducir los tipos de gravamen y la fuerte progresividad de algunas tarifas tributarias, huyendo de los tipos legales altos y de las tarifas fuertemente progresivas". De esta forma, a quienes eluden el pago de impuestos ya no les compensa el riesgo de hacerlo. Pero, y digo yo ¿es que se les persigue? ¿Es que no les seguirá atrayendo más no pagar nada que tributar aunque sea un céntimo?

jueves, 6 de marzo de 2014

Las balanzas fiscales y las tripas

Era de prever.Utilizar y retorcer los datos para obtener la respuesta que uno busca es demasiado tentador. Cuando parecía existir un cierto consenso en que había unas autonomías que aportaban más de lo que recibían y otras que recibían más que lo que aportaban, el gobierno de Extremadura se ha encargado de introducir un nuevo elemento de confusión al comparar la renta per cápita con lo recibido con el sistema de financiación autonómica, pero añadiendo los recursos ajenos al modelo. Et Voilà: Catalunya es la comunidad mejor financiada. El ejecutivo extremeño suma a los recursos procedentes del modelo de financiación autonómica --un dinero muy inferior al que aportaron los catalanes en forma de impuestos, como sucede también en Madrid, Baleares o la Comunidad Valenciana-- los del fondo de liquidez autonómica (FLA) y los del plan de proveedores. Pero es que resulta que estos son préstamos sujetos a un interés. Es cierto que la vivienda que poseo y que adquirí con una hipoteca forma parte de mi patrimonio, pero aún carga con una deuda. Por eso el gobierno extremeño hace trampas porque además no ha calculado una balanza fiscal, es decir, el resultado de los flujos financieros entre un su territorio y el Estado. Lo que ha hecho es mezclar datos en una coctelera, no para determinar si lo que recibe se ajusta a lo que aporta y viceversa, sino para demostrar supuestos agravios de comunidad pobre frente a otra rica. Y, en esencia ¿no será que Extremadura no ha tenido que endeudarse porque recibe más recursos que los que le corresponden por lo que ha aportado? Creo que ni el más recalcitrante de los nacionalistas niega la necesidad de que hayan transferencias de recursos de unas comunidades a otras. Pero parece que ha llegado al ahora de establecer ciertos límites o reglas, con luces y taquígrafos sin la niebla actual que propicia los juegos de manos dialécticos y actuar con la emoción o las tripas en vez de con la cabeza. El problema es que este partido carece de árbitro, de alguien que centre el debate. Ese es el papel que debería ejercer el Gobierno central, pero parece poco dispuesto a hacerlo. De hecho fue el que provocó el incendio actual al negar inicialmente la publicación de las balanzas fiscales y luego anunciar que crearía un nuevo método basado en el trabajo de un grupo de expertos del que forma parte Ángel de la Fuente, del CSIC. Cabe esperar poca neutralidad de un árbitro que tiende hacia uno de los puntos de vista en liza. Y es que el fondo de la cuestión es mucho más sencillo: ¿Se cree o no en las comunidades como entes con autonomía fiscal? Si el criterio es que las que pagan impuestos son las personas, como afirman los dictados del PP y de su think-tank, la FAES, y no los territorios nos parecemos más a Francia que a Alemania. Pero entonces alguien tendrá que explicar que el objetgivo es ese y que las autonomías deberán tender a ser gestorías más que unidades políticas con capacidad de decisión.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Financiarización y cortoplacismo

Pues efectivamente: vivimos dominados por las finanzas. Como le he oído decir a Albert Sáez en la tertulia en TV-3, las finanzas son a la economía lo que las encuestas a la política. Y no es es que las unas y las otras sean malas. Es que se ha confundido lo que es un instrumento que puede arrojar resultados muy positivos con el fin en sí mismo. Como consecuencia de ello, estamos dominados por el cortoplacismo ¿Y que conlleva eso? El resultado inmediato, sin apenas reflexión. Que ganamos menos, pues se reduce la plantilla (ya se ha encargado del Gobierno del PP de eliminar al máximo las trabas existentes en la normativa laboral). Que no funciona una cosa, pues se busca a un cabeza de turco. Que se quiere vender una idea, pues se lanza un mensaje efectista y se gobierna a golpe de encuestas. Y así en todo. De esta forma hemos financiarizado la actividad política y también la económica, con contables más que estrategas; con jefes de personal más que gestores de recursos humanos, con gerentes más que líderes capaces de atraer con su ejemplo y aglutinar equipos; con estructuras y telarañas burocráticas más ocupadas en justificarse a sí mismas que capaces de adaptarse rápida y ágilmente a un mundo cambiante. Y así nos va.

viernes, 21 de febrero de 2014

David Taguas y la reproducción de los elefantes

No puedo decir que fuera amigo de David Taguas. Ni mucho menos. Ni siquiera un gran conocido. Pero sí que he de decir que imponía por su seguridad y rotundidad y que no establecía barreras infranqueables para el diálogo, aunque siempre que se le dejara espacio para contar su verdad, por supuesto. Asiduo a la Trobada d'Economia a S'Agaró, las improvisadas tertulias que mantenía con periodistas hasta bien entrada la madrugada se habían convertido en un clásico. Tanto que creo que había colegas que acudían al encuentro organizado por la Fundación Olof Palme de Anna Balletbó y la Cambra de Comerç de Barcelona solo para participar en esas desinhibidas charlas en las que Taguas empezaba con su manido: "Y ahora os voy a contar la verdad sobre..." e iba añadiendo datos y conocimientos que dejaban boquiabiertos a los contertulios a medida que avanzaban las horas. Provocador, podríamos decir incluso que 'macroprovocador', como le calificamos en El Periódico de Catalunya en el perfil hecho con la colega Rosa María Sánchez, este economista madrileño apenas filtraba sus pensamientos antes de lanzarlos al vacío. Ni siquiera como director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero endulzaba sus afirmaciones o, mejor dicho, rotundas sentencias. Como aquella vez en la que durante su intervención en la citada Trobada de S'Agaró dijo en referencia al exvicepresidente económico con el PP y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI): "Rato sabe de Economía lo que yosobre la reproducción de los elefantes". Ante tamaña sentencia, después de su intervención, alguno de los asistentes le invitó a que si quería precisara lo que había afirmado. "He dicho lo que he dicho", agregó convencido. Así era David Taguas. Le echaremos de menos en S'Agaró. Descanse en paz.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Tarifa de la luz y oscuridad

Si algo caracteriza a la reforma de la tarifa regulada de la luz es la confusión. Aunque parezca un contrasentido al tratarse de la electricidad, por ahora brilla más la oscuridad que la claridad. El ministro de Industria, José Manuel Soria, suelta por entregas las novedades ¿Se reserva una compilación para el final, para las vísperas del 1 de abril, cuando debe entrar en vigor? ¿O es que construye la reforma sobre la marcha o a base de globos sonda para evaluar las reacciones que se producen? Lo parece. De sustituir las subastas trimestrales (primer capítulo), a calcular los precios hora a hora (segundo capítulo) se pasó a hablar de la opción de fijar un tarifa anual (tercer capítulo), que las compañías deberán ofrecer obligatoriamente. En el Congreso, Soria ha preferido referirse a esta última como "a lo largo de un periodo". ¿Estará barajando la posibilidad de fijar contratos trimestrales, por ejemplo? ¿Se plantea introducir contratos con más periodos temporales? (¿Cuarto capítulo?) La verdad es que hasta ahora, la confusión empuja a preferir la tarifa plana anual porque ¿a quién no le asusta que los precios, que varían sustancialmente a lo largo del día, se fijen cada hora?). Pero resulta que esta fórmula puede ser más cara que la que surgía de la subasta trimestral que se ha decidido suprimir. Porque es que las compañías tendrán que cubrirse ante evoluciones futuras de los precios. Y eso supone una prima, un recargo. En definitiva esperamos que desaparezca la oscuridad y que se haga la luz

domingo, 26 de enero de 2014

La transparencia oscura de Montoro


Dice el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que supondrá una mayor transparencia. El viernes sorprendió durante la convención del PP en Barcelona al anunciar que renunciaba a las balanzas fiscales.A pase del vicesecretario de Acción Política del PP en Catalunya, en Enric Millo, (sus preguntas parecían más cesiones de balón para que el ministro marcara gol que cuestiones), cambió súbitamente las reglas de juego que se daban por aceptadas de forma generalizada por algo nuevo: las cuentas públicas regionalizadas. El ambiente se impregnó de un gran aroma a negación de la soberanía fiscal compartida, pero sin decirlo explícitamente. Los expertos en los que se inspira Montoro, Ángel de la Fuente (CSIC), Ezequiel Uriel (Universidad de Valencia) y Ramón Barberán (Universidad de Zaragoza), son poco defensores de priorizar la territorialización y optan más por la equidad entre individuos, según el extracto de sus tesis.¿Qué hay de lo recibe cada comunidad en relación a lo que aporta? Les parece más secundario que con el método de las balanzas fiscales. Por eso el 'conseller' de Economia de la Generalitat, Andreu Mas-Collell, ha puesto el grito en el cielo. Solo exige los datos para poder calcular las balanzas fiscales --existe un mandato del Parlament para que lo haga un grupo de expertos-- o para que pueda hacerlo cualquier especialista o institución. También se han escandalizado las mayores autoridades en el cálculo de los flujos financieros entre territorios, como el catedrático de Hacienda Pública, Guillem López Casasnovas. Y es que todo parece algo rocambolesco. Por cierto, me hace recordar cómo nació Zara. Y no me he vuelto loco. Amancio Ortega, el fundador, sabía al precio al que quería vender las batas con las que comenzó su negocio. Entonces se trataba de ir para atrás y conseguir que los costes se adecuaran al precio final y no al revés. Pues lo mismo: Al ministro o a sus asesores no les convencen los resultados obtenidos a través del sistema de las balanzas fiscales.Con la premisa manida del PP de que pagan los ciudadanos, no los territorios, se apuesta por otra fórmula y ya está, pensaron. El problema es que lo único conseguirán es alimentar las sospechas de oscurantismo. La transparencia es otra cosa. Requiere cordura y compartir datos. Lo advertía en mayo pasado en este mismo blog. Y no parece que se haya optado por ese camino. Incluso diría que, siguiendo la técnica de Zara, el ministro ya sabe, intuye (no seamos tan perversos) o, para ser más concretos, quiere demostrar SU resultado, busca y finalmente encuentra un análisis que se aproxima a sus premisas. Rara forma de ver la transparencia.

sábado, 4 de enero de 2014

Burbuja eléctrica

Suscribo plenamente lo que afirma Carmen Monforte en Cinco Días. Probablemente nos encaminamos hacia una nueva burbuja. En este caso será la energética, la relacionada con la electricidad. Una nefasta regulación a lo largo de los años, que comenzó con el que fuera vicepresidente económico con el PP, Rodrigo Rato, e inacciones por parte de los posteriores gestores de la política energética, socialistas y populares, así como soluciones que más que resolver han puesto parches e incluso empeorado los problemas pueden provocar el pinchazo de la burbuja. El aire de este globo está formado por unos 30.000 millones de euros que los consumidores debemos supuestamente a las eléctricas por servicios prestados en el pasado. Así está establecido y reconocido por ley. Algo realmente incomprensible para cualquier hijo de vecino. Y, por si fuera poco, ha empezado 2014 y los promotores de energías renovables carecen aún de un marco regulatorio y retributivo. Es más, en muchos casos, temen que tendrán que devolver los ingresos que reciben una vez que el Gobierno haya establecido su nueva fórmula retributiva con carácter retroactivo. Un ejemplo palmario de inseguridad jurídica, dicho sea de paso, que ha hecho que inversores extranjeros hayan llevado al reino de España ante organismos internacionales como el CIADI, dependiente del Banco Mundial. Se puede ver en esta lista de casos pendientes. por parte de este organismo arbitral. Y es que una vez que creemos superada o muy adelantada la reestructuración financiera, aunque el crédito brille por su ausencia, esta podría verse truncada por la exposición de la banca al sector renovable que, según diversas fuentes, podría superar los 40.000 millones de euros. Casi nada. Déficit de tarifa, exposición bancaria... Una auténtica mezcla explosiva, solventada hasta ahora con patadas hacia adelante hasta que el balón es tan gigantesco que ya no hay quien lo mueva. Y, como guinda del pastel, una tarifa eléctrica intervenida en diciembre de forma burda y chapucera no por justicia sino para evitar un estallido social y retener votos, pero que podría significar solo haber retrasado hasta la revisión de abril un incremento muy fuerte. Otro patadón hacia adelante y que, para rematar, podría provocar demandas por parte de los operadores de la subasta para fijar el precio de la parte liberalizada de la luz que fue invalidada. Un horror de alto voltaje, vamos.