martes, 14 de abril de 2009

¿Está lo peor aún por llegar?

A tenor de las últimas informaciones procedentes de organismos internacionales parece como si se empezara a detectar algún síntoma de mejora en la economía ¿Será tal vez porque las comparaciones son con respecto a un año que ya fue desastroso? ¿Será porque desde las instancias internacionales se trata de insuflar optimismo? ¿Será porque las bolsas llevan semanas de evolución positiva? Lo cierto es que las cosas no han cambiado mucho: Seguimos igual de endeudados y se sigue vendiendo menos de lo que se produce. Eso no ha variado. Es un mal estructural. Y expertos como el catedrático Santiago Niño Becerrra, que ya anticipó la actual crisis, vaticinan que los tiempos difíciles durarán más. En resumen, que lo peor está por llegar y que el paro se disparará hasta niveles casi insostenibles. En este escenario oscuro y repleto de pesimismo --ninguna crisis profunda se ha superado en menos de una década, recuerda Niño-- solo una espectacular mejora de la productividad y de la eficiencia destacan como notas positivas: Hará falta menos energía para producir, se contaminará menos...pero ¿qué sucederá con el empleo excedente, con los miles de puestos de trabajo innecesarios? Seguro que surgirán nuevas oportunidaes de negocio, nuevas formas de empleo que ahora ni siquierea inaginamos, pero, lo que es cierto es que nos esperan tiempos difíciles, un proceso doloroso de adaptación. En todo caso, no hay por qué ser pesimistas incurables pero tampoco hiperoptimistas e ilusos. La verdad seguro que está jsto en el medio.