martes, 1 de marzo de 2011

Crudo petróleo

Hace tiempo que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) lo viene adviertiendo. En especial, a través de una estudio que realizó en el 2005 denominado Saving oil in a hurry: Hay que ahorrar en consumo de petróleo y, por tanto, de sus derivados. El Gobierno español estuvo a punto de aplicar medidas como las recomendadas cuando se disparó el precio del barril en el 2008 hasta llegar a un máximo histórico de 147,50 dólares. Luego el precio del crudo cayó y se optó por no tomar medidas. Una solución muy a la española: Olvidarse de los problemas y aplicar soluciones a toda prisa cuando ya no queda más remedio ¿No hubiera sido mejor haberlo hecho hace tres años y de forma menos traumática y más gradual? Seguro que nos hubiéramos ahorrado un buen pico del déficit comercial que padecemos y que el año pasado superó los 47.000 millones de euros, en buena parte debido a la factura energética. Este se ha multiplicado en el último mes con la subida del crudo y, por tanto, de los carburantes. Basta con ver el IPC de febrero, cuya tasa anual se sitúa ya en el 3,6%. Es obligación de los poderes públicos dar ejemplo y, con señales en materia de ahorro y eficiencia. Y dejémos de grandes ideas. más de la mitad del consumo de petróleo se va en transporte y, hoy por hoy, este carece de sustitutivo. Esperemos que las últimas medidas, como reducir la velocidad máxima a 110 kilómetros por hora, se conviertan en estructurales y no en coyunturales. Y que no sean solo un fugaz negocio para fabricantes de pegatinas para cambiar las señales de tráfico. En ello nos va buena parte de nuestra riqueza y un gran número de participaciones en la lotería de la recuperación.