martes, 22 de enero de 2008

Tobogán bursátil


Tenía que suceder. Desde agosto pasado, las bolsas viven un estado de angustia permanente por el estallido de la crisis de las hipotecas basura en EEUU. El problema es que, desde entonces, se desconoce el alcance total de esa crisis. La mayoría de los analistas se temen que durarán más y que serán mayores de los vistos hata anora porque los grandes bancos internacionales no han aflorado todavía toda la depreciación de activos que deberían haber sacado a la luz como consecuencia de esos créditos de bajísima solvencia. Tiempo al tiempo. Los indicadores de la economía real no han dado aún síntomas de de estar en una situación de pleigro --como ha sucedido en otras crisis anteriores ne las que la bolsa no ha hehco más que anticiparse a una recesión--. Pero sí que se detecta ese emabiente en los indicadores de la economía financiera, que son más etéreos, pero que, a la larga, afectan al resto. El frenazo en la concesión de créditos tiene muchas implicaciones en la economía real que, en todo caso, ya crece menos que antes. Los ingredientes para una recesión están listos. Falta que las autoridades monetarias estén con los resortes listos --el precio del dinero-- para actuar en el momento adecuado. Si no el tobogán bursátil se alargará hasta quién sabe dónde.