martes, 31 de enero de 2012

Empresas vacías

La quiebra de Spanair me trae a la mente la cuestión de los activos y los pasivos y una cuestión de mucho más calado: ¿Qué es una empresa? ¿Que tiene en realidad? En los últimos años hemos vivido la moda de que cuantos menos activos, mejor. Una compañía entendía que poseer por ejemplo su sede en propiedad suponía tener activos ociosos a los que no se les extraía ninguna rentabilidad ¿Solución? Los vendía. Y así con otros muchos bienes hasta llegar, en algunos casos, hasta el absurdo. La tendencia se pronunció. Y ahora vemos que muchas empresas apenas tienen la marca de su propiedad -- y no siempre--y poco más. Pero las deudas y riesgos que asumen multiplican por muchísimas veces ese activo ¿Qué respalda entonces sus deudas? Nada. O puro humo, pero muy poco más. Spanair no tenía nii sus propios aviones --algo común por otra parte en el sector aéreo--. Por eso su pasivo supera con creces a su activo. De todas formas, no sé de qué me extraño. Esta cuestión es precisamente una de la que nos ha llevado hasta la profunda crisis que vivimos en la actualidad.