viernes, 26 de septiembre de 2008

Hacia una nueva burbuja

Me bastan 10 años para recordar. En 1998, la Reserva Federal de EEUU tuvo que reunir a la gran banca para rescatar al fondo especulativo Long Term Capital Management (LTCM), entre cuyos promotores estaban dos premios Nobel de Economía. En la primavera de 2000, estalló la burbuja tecnológica. En España muchos perdieron ahorros con suflés como Terra. Luego vinieron los escándalos contables con Enron y otros imperios con pies de barro y contenido gaseoso gracias a los malabarismos con las cifras. La banca jugó a ese juego narcotizada por los grandes rendimientos que obtenía. Una auditoria histórica como Arthur Andersen desapareció. En 2007 comenzó la crisis nacida de las hipotecas basura. ¿Quién nos asegura ahora que, sea la que sea la solución que se adopte para descontaminar el sistema financiero, no volveremos a tropezar en un tiempo en otra piedra? Es cierto que la crisis actual se asemeja a la de 1929 y que la solución que se plantea --la intervención del Estado--, también. Precisamente por ello, han transcurrido casi 80 años y volvemos a estar igual. ¿No estaremos, de nuevo, poniendo las bases para una futura nueva burbuja? El capital siempre ha sabido encontrar sus propios caminos. La historia lo demuestra...

viernes, 19 de septiembre de 2008

La factura de la crisis

El otro día me preguntaba quién pagaría la quiebra de Lehman Brothers o el rescate de AIG. Desgraciadamente, la cosas a veces son lo que aparentan. Es evidente que a los estadounidenses y, seguramente al resto delos mortales, se les pasará la factura. La primera economía del mundo, el gran templo del capitalismo, prepara su mayor plan de salvación de la economía desde la crisis del 29. Lo sucedido en medio, desde los años de la Gran Depresión hasta el quebranto provocado por las hipotecas subprime, han sido juegos de niños hasta llegar, una crisis tras otra, a pefeccionar las fórmulas con las que ganar más dinero. La sofisticación financiera ha ido creciendo, quebranto tras quebranto -- recordemos Long Term Capital Management (LTCM) hace solo 10 año-- y después de apoyos públicos. Y con todas experiencias, el sistema financiero se las ha ingeniado para crear nuevos sistemas con los que ganar más y más dinero. Los primeros esbozos apuntan a que una agencia estatal de EEUU --es decir, pública-- se hará cargo --o, mejor dicho, comprará-- los activos que nadie quiere en los mercados --es decir, que no quieren ni los bancos ni los inversores institucionales--, para salvar a las entidades financieras de la quiebra. Claro, eso será con cargo al dinero de los contribuyentes, muchos de los cuales confiaron en su día sus ahorros a estas empresas que simplemente los dilapidado. Ya se sabe: Si el problema que creas es de dimensiones gigantescas, como es el caso, siempre estará papá Estado, es decir, el dinero de todos los ciudadanos, para resolverlo ¿Acaso hay otra salida? Así las entidades financieras se sanearán y podrán volver a ser liberales, que es lo que más les gusta cuando hay beneficios. Para cubrir las pérdidas de los tiempos difíciles ya estamos los demás. Lo único que se me ocurre es que a la vez que las salvan de la queibra habría que someterlas a una estrecha supervisión y control para evitar, en la medida de lo posible que tengamos que volver a pagar la factura y, por tanto, en el caso de que haya quebranto, hacer que sean ellas las que tengan que abrir la cartera o restar de sus beneficios los costes de las crisis que ellas mismas provocan. si no les llega el dinero, que no se preocupen, ya pondremos el resto una parte.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Crisis, 'ninjas' y otros defectos del sistema

El sistema financiero se ha revelado francamente débil. Los más desvalidos, a los que la banca recurrió para tratar de ganar más dinero -los famosos ninjas (sin ingresos, sin trabajo ni activos-- , han destapado las vergüenzas de un modelo que requiere una profunda revisión. Como reflejan las caras descompuestas de los inversores en bolsa, todo está impregnado y contaminado con activos sin valor o lo que casi es peor, nadie conoce a ciencia cierta el volumen del desastre que ha provocado la codicia sin límites y las ganas de ganar dinero a cualquier precio. Esa maldita y perversa combinación ha roto la confianza, ese elemento que alimenta las entrañas de los mercados y sin el que no pueden funcionar con normalidad. Ese fino hilo cuesta mucho de fortalecer, pero muy poco de quebrar ¿Podrán recomponerlo esos mismos que han provocado su ruptura? Antes, seguro, el panorama financiero tendrá que cambiar con fusiones, compras y reestructuraciones. Ah!, y por enésima vez, como cada vez que se produce una crisis, algunos elementos del sistema deberán estar sujetos a unos mayoers controles y a una supervisión más estrecha, que es eso que tanto odian aquellos que, en los tiempos de bonanza, individualizan las ganancias, pero que en las situaciones difíciles, pretenden colectivizar las pérdidas que han provocado. Lo malo del caso es que, aunque sea en parte, lo consiguen. Y es que la inacción, el dejar que el desaguisado se resuelva solo sin que los bancos centrales inyecten dinero, tendría unas consecuencias todavía peores.

martes, 16 de septiembre de 2008

¿Quién pagará por Lehman Brothers?

La fisonomía de Wall Street está cambiando a marchas forzadas. La quiebra de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de EEUU, lo constata. Solo quedan dos grandes entidades especializadas, Morgan Stanley y Goldman Sachs, porque además de Lehman, Merril Lynch será engullido por el Bank of America y Bear Sterns ya desapareció. Así se pagan los platos rotos por una etapa en la que estas firmas se volcaron en la ganancia rápida por la vía de trocear los riesgos hipotecarios y repartirlos por el sistema y por el mundo. Pero esos activos tóxicos que están contagiando hoy a otras entidades y a otros sectores, como el asegurador --véase lo que está pasando con AIG--y los excesos de esas entidades que no están supervisadas por las autoridades monetarias y econonómicas no los van a pagar sus hasta ahora tan bien reumerados directivos. Será un problema del sistema, lo que equivale a decir, un problema de todos. Sea directa o indirectamente todos sufriremos las consecuencias de unos excesos que han llenado los bolsillos de unos pocos y que han vaciado o reducido los de muchos otros.

martes, 9 de septiembre de 2008

Google reta al reino 'offline' de Microsoft


Google no solo ha creado un navegador propio, el Chrome, como medida ofensiva sino defensiva frente a Mocrosoft. Lamisma compañía lo ha admitido. Con la iniciativa de un navegador propio, que en realidad es una especie de sistema operativo o plataforma en la red para trasladar a internet todas las aplicaciones, pretende frenar la posibilidad de que el gigante de Seattle creado por Bill Gates traslade su primacía en sistemas operativos y aplicaciones al terreno on line. ¿Recuerdan lo que sucedió con el navegador Netscape, que era el líder, y fue literalmente aplastado por Microsoft al incluir esta compañía su propio navegador, el Explorer, en el sistema operativo de la mayoría de los ordenadores del planeta. Así se deshizo de un rival que le había ganado la partida. Google ya tiene una serie de aplicaciones con las que convierte la red en un sistema operativo universal, aunque apenas ha restado clientes a su competidor. Microsoft podría tener la tentación de crear una plataforma para internet propia siguiendo la misma política que siguió con el Explorer. De hecho, ya trató de ganar peso en internet con la compra, hasta ahora fallida, de Yahoo. Ante todo ello, Google ha movido ficha para retener su liderazgo en la red y, de paso, tratar de quitar peso a Microsoft en su reino offline. Veremos cuáles son los próximos capítulos de esta nueva batalla por el liderazgo en internet...

martes, 2 de septiembre de 2008

Nuevo curso con incertidumbres


Un retorno con dudas e incertidumbres. Septiembre empieza con un auténtico mazazo en forma de un paro registrado desbocado, que supera con creces los 2,5 millones de desempleados. Más noticias negativas están por venir con la entrada del nuevo curso, porque la crisis todavía no ha tocado fondo. La situación de las empresas constructoras-promotoras no mejora tampoco y suenan tambores nuevos posibles concursos de acreedores. Con todo este ambiente, habrá que recargar bien las pilas y empezar a buscar y rastrear en busca de noticias positivas, con tal de remontar el ánimo, porque en esto de la economía, las expectativas y la confianza tienen mucho que aportar y, no lo olvidemos, los ciclos económicos, en los que se pase del auge a la depresión y viceversa, siguen existiendo, mientras que no se demuestre lo contrario.