lunes, 13 de octubre de 2014

En el país de Torrente y de las tarjetas 'black'

Si es que Santiago Segura se queda corto. En España, la realidad supera a la ficción de Torrente. En un país en el que un presidente autonómico, Jordi Pujol, no encuentra el momento durante 30 años para regularizar su situación fiscal y se permite el lujo de abroncar a los representantes de los ciudadanos en Catalunya; donde el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, manda SMS a un gerente corrupto de su partido y, sin ningún rubor, evita dar explicaciones a periodistas y ciudadanos; donde la corrupción salpica incluso a la Casa Real... Y luego resulta que quieren meter en la cárcel a una madre que encontró una tarjeta y compró 200 euros en comida para sus hijos. Sí, en el mismo país en el que consejeros y directivos de Caja Madrid y de Bankia se fundieron más de 15 millones de euros en viajes y vicios de toda índole mediante las denominadas tarjetas 'black', a la vez que la entidad dejaba en la calle a familias por no pagar una cuota de la hipoteca o colocaba preferentes a ancianos y ancianas desvalidas. Hace falta partir de cero, empezar de nuevo. No veo otra solución. Lo peor no es que al final resulta que los taxistas, a los que siempre se acusa de estar criticando, o los comentarios de bar o de tasca ya lo vaticinaban. Lo peor es que tenían razón e incluso, me temo, puede que se quedaran cortos.