miércoles, 15 de diciembre de 2010

Morosidad y esperpento

Y yo me pregunto ¿Puede funcionar un país en el que los deudores no pagan a los acreedores, donde las administraciones demoran los pagos hasta extremos insoportables para quienes padecen esos plazos? Lo digo porque el principal directivo de la biotecnológica Amgen, Jordi Martí, ha afirmado durante una jornada en Barcelona que alguna comunidad autónoma paga a 900 días, o, lo que es lo mismo, a tres años; y que la media que sufren es de más de 500 días ¿Es eso soportable? ¿Es eso tolerable? Pero es que, además es completamente ilegal según establece la ley que entró en vigor el pasado 7 de julio y que incumplen de manera sistemática todas las administraciones. En ella se fija para este año un plazo máximo de pago de 55 días de las administraciones a sus proveedores. Es verdad que el sector público pasa por dificultades, pero si quiere que sigan existiendo empresas que pagan impuestos tal vez debería esforzarse más por liquidar sus deudas en unos plazos, ya no digo que ajustados a la legalidad, sino que puedan considerarse alejados de un auténtico esperpento.