jueves, 7 de enero de 2010

Nuevos años, nuevos negocios

Me comentaba el otro día el responsable de un diario que es cierto lo de la crisis. "Todos sabemos que el negocio está en crisis y que hay quereinventar o crear uno nuevo, pero nadie sabe cuál es este", decía. Y tiene razón. Los modelos de negocio, como los gustos, las modas o los años, pasan y cambian. El problema es dar con el que funciona. Que se lo digan si no a la industria de la música, en especial a las discográficas o a las agencias de viajes o... Siempre habrá quien lo hará mejor que los establecidos. Google tiene apenas 12 años y ya es un auténtico problema para Microsoft, que tiene unos 30 y, en su día, fue un reto para la establecida IBM. Quien se crea que ha dado con la piedra filosofal y que puede vivir de rentas, sin modificar los ejes esenciales ni los complementarios de su negocio tal vez no está aún muerto, pero no tardará en estarlo. En algunos de mis libros, como Sucedió en en Wall Street o su segunda parte, titulada ahora Historias curiosas de loss negocios, lo explico. El mundo de la empresa es una carrera constante de fondo. Solo prosperan los que se saben adaptar al entorno. Y estos son o bien los que entran nuevos en el negocio, sin las rémoras del pasado; o bien aquellos establecidos, que saben modificar su organización o tenerla preparada para hacer los cambios oportunos y necesarios en cada momento. Y eso, créanme, no es nada fácil. No es nada fácil transformar una compañía informática como Apple en un gigante que ha transformado la industria musical. Creánme. No lo es.