martes, 16 de diciembre de 2008

Coches con enchufe


Mientras Occidente discute cómo ayudar a la industria del automóvil, algunas industrias se apresuran a producir baterías apropiadas para los vehículos del futuro con el objetivo de ganar posiciones en la carrera de los coches verdes. La autonomía de estos vehículos y, por tanto, su éxito, dependerá de sus baterías. Uno de los últimos impulsos proviene de una compañía china, BYD, en la que el multimillonario inversor Warren Buffett adquirió el 10% del capital. Esta firma ha lanzado al mercado el primer coche dual --eléctrico puro e híbrido-- por unos 15.000 euros. Toyota y General Motors no tendrán modelos similares a la venta hasta 2010 y 2011, respectivamente. Es evidente que la tendencia debe de ir por ese camino. Y los fabricantes lo saben de sobra. Toda ayuda o apoyo debe ir por la vía de foementar una nueva estrcutura de la producción. Es posible que la revolución no nazca de la propia industria del automóvil. Los grandes cambios en el sector de las discográficas los provocó Apple con el iPod. Pero la fusión electricidad-vehículos se producirá, lo hagan unos u otros. La necesidad de abandonar el petróleo es urgente, por motivos medioambientales, pero también por motivos de seguridad y garnatías de abastecimiento. Por eso será que el presidente electo Barack Obama ha fichado a un premio Nobel de Física, Seteven Chu, para su equipo. Chu es uno de los grandes especialistas en energías alternativas. En el sector del motor, el futuro depende del enchufe y, a la vez, de una energía que se produza mediante el viento, el sol, el agua y otros elementos renovables más accesibles, baratos y sostenibles.