lunes, 13 de octubre de 2008

Krugman gana a los neoliberales

A Paul Krugman no le sucederá lo que a John Kenneth Galbraith, insigne economista que falleció ya de mayor sin el reconocimiento del Nobel de Economía. Pienso que la Academina sueca ha acertado. Se puede estar a favor o en contra de Krugman, pero lo cierto es que es un pensador reconocido que ha realizado grandes aportaciones a la teoría del comercio internaiconal y, otra vertiente, le honra: Es un auténtico azote de la política neoliberal de la Administración de George Bush. Seguro que para el actual inquilino de la Casa Blanca, que al despropósito de la guerra de Irak y al desbarajuste en las cuentas públicas de EEUU suma casi la desaparición del capitalismo --aunque no ha sido solo culpa suya, con sus recetas neocons y las de sus asesores ha ayudado a que los abusos de Wall Street llegaran a cotas imprevisibles--. El premio a Krugman también resultará un varapalo para el batallón de neoliberales que bebieron de la Escuela de Chicago, auténtico filón de premios Nobel. Ahora, asumir que le toca el reconocimiento a un progre que ya advertía de los excesos de los apóstoles del libre mercado absoluto, no es para ellos un plato de buen gusto. Como tampoco lo fue el Nobel de Joseph Stiglitz en 2001. Eso ya, de por sí, es una buena gratificación para la mayoría de los mortales.