jueves, 18 de septiembre de 2008

Crisis, 'ninjas' y otros defectos del sistema

El sistema financiero se ha revelado francamente débil. Los más desvalidos, a los que la banca recurrió para tratar de ganar más dinero -los famosos ninjas (sin ingresos, sin trabajo ni activos-- , han destapado las vergüenzas de un modelo que requiere una profunda revisión. Como reflejan las caras descompuestas de los inversores en bolsa, todo está impregnado y contaminado con activos sin valor o lo que casi es peor, nadie conoce a ciencia cierta el volumen del desastre que ha provocado la codicia sin límites y las ganas de ganar dinero a cualquier precio. Esa maldita y perversa combinación ha roto la confianza, ese elemento que alimenta las entrañas de los mercados y sin el que no pueden funcionar con normalidad. Ese fino hilo cuesta mucho de fortalecer, pero muy poco de quebrar ¿Podrán recomponerlo esos mismos que han provocado su ruptura? Antes, seguro, el panorama financiero tendrá que cambiar con fusiones, compras y reestructuraciones. Ah!, y por enésima vez, como cada vez que se produce una crisis, algunos elementos del sistema deberán estar sujetos a unos mayoers controles y a una supervisión más estrecha, que es eso que tanto odian aquellos que, en los tiempos de bonanza, individualizan las ganancias, pero que en las situaciones difíciles, pretenden colectivizar las pérdidas que han provocado. Lo malo del caso es que, aunque sea en parte, lo consiguen. Y es que la inacción, el dejar que el desaguisado se resuelva solo sin que los bancos centrales inyecten dinero, tendría unas consecuencias todavía peores.