Ojo porque Twitter también falla. Eso no lo desacredita, pero demuestra que, en el mundo de la tecnología, también hay que tomar precauciones. No son infalibles. Los
hackers o piratas informáticos no paran de ingeniárselas, así que hay que ser cauto. Eso no hace más que demostrar que hace falta invertir para mejorar sistemas y redes de seguridad. No significa, ni mucho menos, que haya que abandonar la tecnologías ni relegarlas a un segundo plano, ni dejar de apostar por los nuevos modelos de negocio que facilita internet. Ni mucho menos.