sábado, 12 de diciembre de 2009

Sol en el techo

A pesar de su intensa potencia, apenas usamos el sol para generar electricidad en todas sus posibilidades. El Gobierno de la Generalitat de Catalunya ha encontrado una vía que puede resultar muy interesante. Ya empezó con las cubiertas de la Fira de Barcelona y ahora, a través de la empresa pública ICF Equipaments, ha adjudicado el concurso para la construcción y mantenimiento de placas fotovoltaicas en los techos de 108 escuelas públicas a AV Soltaica. Se trata de una empresa en la que participan una filial de la constructora Vicsa y la firma especializada en eficiencia energética Aplir, además de una persona gran concoedora de las energías renovables como Jaume Morrón. El proyecto forma parte del pacto por la competitividad firmado por la Generalitat y diversos agentes políticos, sociales y sindicales. Además de emplear espacios que de otra forma estarían ociosos, las instalaciones se encuentran cerca de zonas donde es posible evacuar la energía generada a la red general sin grandes inversiones en infraestructuras. Esa será una vía de fomento de la energía solar con muchas posibilidades. Pnesemos en las cubiertas de grandes naves industriales y otros grandes equipamientos. La Generalitat ya lo ha pensado. No se puede esperar que genere grandes volúmenes porque la energía solar fotovoltaica requiere mucho espacio para generar un solo megawatio (MW), pero sí que puede contribuir a llegar a los objetivos que se han marcado con esta fuente energética y a los que se incluyen en la actualización del plan de la energía de Catalunya, que apuesta sobretodo por el ahorro y la eficiencia energética, es decir, por generar la misma o igual energía para obtener mucha más producción. El proyecto que se pone ahora en marcha, mediante el que AV Soltaica pagará un canon por uso de espacio durante un periodo de entre 20 y 25 años, supone una inversión de unos 10 millones de euros y aportará la electricidad que consumen el equivalente a 1.200 familias. Algo es algo en el camino hacia la producción de energía más limpia y la sostenibilidad en el que el Ejecutivo catalán se había quedado muy rezagado.