miércoles, 19 de octubre de 2016

Pensiones en el país de los salarios menguantes

¿Será verdad que, de una vez por todas, el Congreso cogerá el toro por los cuernos en materia de pensiones?

¿Nadie se esperaba que la caja de la Seguridad Social registraría el mayor déficit de la historia con un mercado laboral en el que el salario medio de los nuevos contratos es inferior a la pensión media?

La tan cacareada reforma laboral es posible que haya contribuido a generar nuevos empleos. Pero, en general, con salarios bajos, que elevan incluso al mileurista a la categoría de privilegiado, y con elevada precariedad.

Eso, además de nimias perspectivas de futuro y de proyecto de vida, supone a su vez menores cotizaciones sociales y, por tanto, infrafinanciación de la Seguridad Social. Un gran cocktail para solventar los problemas financieras que acucian al sistema.

El otro día me contaban el caso de un joven recién licenciado que ha conseguido un trabajo en una consultora: 12 horas al día y un salario de 500 euros mensuales. No sé si netos o brutos. Tanto da. Otro caso que me contaban es el de una joven que por un mínimo de ocho horas diarias gana 300 euros al mes. Tienen empleo, sí, pero ¿y futuro? He ahí uno de las variables que hace que se esté desangrando la Seguridad Social.

Dado que la pensión media supera los 1.000 euros mensuales (he dicho media, no la más común), para pagar una prestación se requieren entre tres y cuatro nuevos empleos. Casi nada.

Es verdad que existe también un problema demográfico, pero, con la reforma de mercado de trabajo no se palió esta tendencia sino que se aceleraron sus efectos nocivos. Y ahora, con la hucha de las pensiones con efectivo para un máximo de un año, no quedará otra que tomar medidas: o recortar gastos o aumentar impuestos.

Eso dependerá de las fuerzas políticas que impongan sus tesis. Eso si es que alguna se atreve a afrontar el problema. Y dado que existen dudas de que alguna tome medidas racionales y sostenibles por temor a un castigo electoral, lo mejor sería un pacto. Ya veremos.