lunes, 10 de junio de 2013

Un país sin plan de negocio

Cada vez estoy más convencido. España carece de plan de negocio ¿Hacia dónde va? La hoja de ruta de la que habla el presidente del Gobierno Mariano Rajoy ¿existe? Da la sensación de que no, de que vamos  dando tumbos, de que vamos a cubrir el día a día. Que si no subiré el IVA, que si lo subo; que si no tocaré las pensiones, que si las toco. En definitiva, que lo que era que no, ahora es que sí; que lo que era que sí ahora es que no. Desconcierto, desolación... Pero ¿qué hay de las cuestiones de fondo? ¿Apostamos por una economía del conocimiento y recortamos en educación? ¿Queremos ser líderes del sector de las energías renovables y de la sostenibilidad y asestamos mazamos letales a quienes apuestan por estos negocios? ¿Es que la hoja de ruta o plan de negocio consiste en jugar al despiste para que no nos copien? Dudo de que el Gobierno sea tan perverso ¿Es que tenemos un plan pero lo mantenemos oculto? Pues que nos lo cuenten de una vez, sin mentiras ni tratándonos como a niños pequeños ¿Es que no sabemos hacia dónde vamos? Pues, vale. A lo mejor es que tenemos que cambiar de piloto o que este debe buscar el apoyo de otros conductores dispuestos a colaborar para salir de la crisis de verdad y con unos buenos cimientos. Una hoja de ruta es imprescindible. En los años de bonanza, del "España va bien", nos limitamos a navegar con el viento a favor, pero sin un trayecto predeterminado y cada uno con su propio mapa. Ya sería hora de tener uno homologado con al menos las rutas priuncipales, así como los puntos de destino.

lunes, 3 de junio de 2013

Gobernador: ¿Y si trabajamos gratis?

¿El fin justifica los medios? Creo que no. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, propone que el salario mínimo interprofesional (SMI) deje de operar en determinados sectores y para determinados colectivos ¿El motivo? Crear empleo. Pero esta contraprestación que en la actualidad es de 645,30 euros mensuales se estableció en su día como garantía mínima contra los abusos. Proponer suprimirlo, aunque sea solo en ciertos casos, suena a pretexto para acabar con algo que a algunos les resulta molesto. En definitiva, la crisis como excusa. Reduciendo el tema al absurdo, seguramente si estuviéramos dispuestos a trabajar gratis o, si me apuran, a pagar por hacerlo, aún sería más fácil encontrar empleo. ¿Por qué no instauramos el esclavismo, que en cierta medida ya existe como consecuencia de la precarización y el temor a perder el empleo? Para algunos, problema resuelto. No quiero ni pensar cómo resolverían algunos el tema del subsidio de paro o los costes del envejecimiento poblacional. ¿Es ese el modelo de economía avanzada al que aspiramos? Por cierto, no veo que el Banco de España diga nada de las retribuciones estratosféricas que se cobran en la banca, ni que proponga salarios máximos o que inste al Gobierno a regular el mercado hipotecario para acabar con una legislación hecha a medida del sector financiero, a pesar de que lo ha denunciado el Tribunal de la Unión Europea (UE). Al gobernador solo le preocupa el salario mínimo como receta para acabar con la crisis. Y lo que es peor, mientras descuida la vigilancia y la supervisión, a los que debería dedicar más tiempo y esfuerzos. A las preferentes y el despropósito de las cajas me remito.