jueves, 29 de mayo de 2008

Pobres bolsillos!


Acecha como un fantasma. La inflación, como en las peores crisis, empieza a vaciarnos los bolsillos sigilosamente. El indicador armonizado ha situado la tasa anual de inflación en el 4,7% en mayo, una cota que no se alcanzaba desde enero de 1997 y cinco décimas más elevada que en abril. Los carburantes y algunos alimentos están martirizando cada vez a más ciudadanos que asisten atónitos a unas subidas de precios que superan con creces los incrementos salariales. Y , a escala europea, las cosas tampoco van a mejor, porque la tasa de la eurozona puede estar situada ya en el 3,6%, con lo que camina rápidamente hacia el 4%. Hacen falta medidas para paliar los efectos del alza sostenida de los precios. Y, me temo, que una limosma a plazos como los 400 euros que se descontarán del impuesto de la renta, si alguna cosa contribuirán a provocar es más inflación, no a reducirla. Pobres bolsillos!

martes, 27 de mayo de 2008

La economía chiki chiki


Podría dedicarme a hablar de la Freakonomía, de la Nueva Economía o de nuevas doctrinas de la Teoría Económica. También podría hacerme pasar por intelectual y decir que no sé quién es Rodolfo Chikilicuatre. Quedaría muy bien y muchos me irarían con complacencia y dirían: Es un auténtico elitista. Pero ignorar este fenómeno efímero de masas comportaría no estar atento y desconcoer el potencial económico que conlleva. Basta con ver lo bien que funciona en materia de descargas de melodías para móvil y en todo tipo de merchandising. De cualquier proyecto, bien planificado y estudiado, se puede montar un negocio. Aquí tenemos la prueba. Pero tal vez no estaba tan planificado porque parece que otros han decidido sacar tajada del fenómeno sin haber inventado el personaje gracias a que han registrado dominios que no inscribieron sus propietarios. Después dirán que no hay iniciativa empresarial en este país. El freakismo vende y, cuanto más seborreico, mejor. Y a las pruebas me remito. Cualquier latiguillo, frase hecha, personaje o personajillo puede servir para montar un negocio. Para verlo basta con ver las listas y clasificaciones de descargas para móvil. Incluso encontramos entre la oferta asquerosas ventosidades sonoras que se expelen por el ano. Seguro que los más elitistas se burlan de todo ello y se lamentan de vivir en un país con bajos niveles culturales en el que tiene más audiencia el Chiki Chiki que un documental sobre la crisis inmobiliaria o sobre la pobreza. Esa podría ser la primera tentación. Pero no estamos hablando de calidades musicales, ni siquiera de arte en general. Nos encontramos ante un reclamo publicitario, ante una forma de captar dinero mediante la preferencia por el entretenimiento puro y duro. Una especie de símbolo de una sociedad dominada por el consumo de lo efímero. Por eso, algunos han optado por convertir todo el atractivo de lo seboso, provenga de quienes se declaran seguidores o de quienes lo deploran, en un negocio En el fondo, muchos que se dicen críticos de la cadena radiofónica Cope la escuchan cada día para poderla criticar y, muy a su pesar, contribuyen a que aumente su audiencia. También los que no la escuchamos hablamos de ella y, con ello, aumentamos su popularidad. Lo mismo sucede con Rodolfo Chikilicuatre. Ya saben: Que hablen de uno aunque sea mal ¿No estamos en una economía de servicios en la que la mayoría hemos saciado nuestras necesidades primarias y en la que estamos más pendientes del último procesador del ordenador o del último modelo de ipod que de si vamos a comer hoy? ¿No estamos en una economía de la opulencia en la que ocupamos páginas y páginas en la prensa con una pugna entre chefs a cuyos resturantes a penas pueden acudir a comer un ínfimo porcentaje de la población? Pues aquí está el resultado: un mundo lleno de negocios que se nutren tanto de quienes se declaran seguidores fieles como de quienes dicen ignoralos. La prueba es la prensa y los programas del corazón. Es la Economía chiki chiki.

viernes, 23 de mayo de 2008

Apuesta por el ahorro seguro


Los últimos datos sobre la evolución de los fondos detinados a la previsión demuestran que los españoles se han volcado por las apuestas seguras. Lo refleja el incremento registrado en los planes de previsión asegurados durante el primer trimestre, así como los nuevos planes de individuales de ahorro sistemático, que tienen interesantes ventajas fiscales. Está claro que, en tiempos revueltos como los actuales, más vale pájaro en mano... Y que el último céntimo lo gane otro. Si es que lo gana.

La otra inflación


A nosotros nos parece un horror la inflación que empeamos a tener. Con tasas por encima del 4% creemos vivir en el abismo. Realmente es poco halagüeño tener un índice de precios que duplica al que se logró hace poco tiempo. Pero aún es peor la situación para las economías emergentes. Con una intensidad energética mucho mayor que los países occidentales --necesitan más petróleo por cada unidad de producto que generan--, el constante encarecimiento del crudo les pone las cosas aún más difíciles. Y no digamos la subida de los alimentos. Se corre el riesgo de que estos países vivan una crisis de caballo como la que afectó a los países industrializados en los años 70, con las consiguientes consecuencias en materia de recesión y pérididas de empleo. En torno a dos tercios de la población mundial --la que habita estos países-- vivirá este verano inflaciones con dos dígitos. Los bancos centrales de esos países deben tomar nota y no cometer los errores en los que incurrieron las autoridades monetarias de los estados occidentales en los 70 y 80.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Negro, negro, negro....


Lo podemos decir. El petróleo, que ya ha superado la cota de 133 dólares, se está convirtiendo en un auténtico problema. La inflación es ya un hecho tan cierto en los países occidentales como que el día es claro y la noche oscura. Y es la combinación peor de todas: inflación con desaceleración. Las autoridades fiscales y monetarias van a tener que emplearse a fondo para que no caigamos en un auténtico pozo. Las perspectivas, hoy por hoy, empiezan a ser tan negras como el color que tiene el preciado carburante con el que hacemos funcionar nuestras economías. Los pronósticos ya son muy inciertos y solo faltaba que la Reserva Federal rebajara las previsiones de crecimiento en EEUU y aumentara las de inflación y desempleo. Como ha demostrado la crisis hipotecaria que han contagiado a todo el mundo a través de empaquetar en sofisticados productos financieros activos ocultos de dudosa calidad, un empeoramiento de la situación de la primera economía mundial cumple las expectativas de los más pesimistas: Un estornudo en EEUU se convierte en un resfriado, si no una gripe de caballo en el resto del planeta. Esperemos que sea más lo primero que, con unas pequeñas curas se solventa; que lo segundo, que requiere medicinas potentes que causan mucho dolor y sufrimiento.

domingo, 18 de mayo de 2008

Falta de ingenio


Nos faltan ingenieros. Y muchos. El déficit de este tipo de profesionales preocupa a las empresas porque la pérdida de vocaciones --como refleja la constante caída en las matriculaciones cada año-- parece que se está enquistando. Si alguna ocupación refleja avance es la de ingeniero, especialmente la especialidad industrial. También en la vertiente de telecomunicaciones y tecnlogías de la información. Y en todas estas disciplinas hay cada vez menos estudiantes y, consiguientemente, graduados. España debe superar estos déficits, que adolecen al conjunto de Europa. Mientras, de las universidades chinas e indias salen cada curso miles de nuevos profesionales que, si las cosas no cambian, acabarán trabajando para las empresas occidentales. Y el ingenio del ingeniero es fundamental. Otras profesiones también son importantes, pero las ingenierías reflejan capacidad de innovar y avanzar o, como mínimo, de adaptarse a los nuevos contextos. Para construir esas economías basadas en el conocimiento que tanto aspiramos a alacanzar, hay que estimular a los jóvenes para que apuesten por las ingenierías y no solo por otras profesiones de moda. Es tarea de las Administraciones vender el glamour de estas carreras, para que recuperen el atractivo que tuvieron antaño; y la de las empresas, retribuir este ingenio en consecuencia con la dificultad que tiene alcanzar el graduado. Lo contrario, que es lo muchas veces sucede --ingenieros peor pagados que profesionals con meor preparación--, solo sirve para banalizar una ocupación trascendental y necesaria y, en cambio, encumbrar y hacer atractivo lo que apenas requiere esfuerzo ni dedicación. Hay que quitarse el pelotazo de la cabeza para construir una economía con crecimiento sostenido y equilibrado a largo plazo. Y para eso hacen faltan profesionales que descubran e implementen los avances. En definitiva, hace falta ingenio para, como dijo el sabio, no solo tener capacidad para dar la hora cuando nos la pidan, sino para construir esos relojes que deben darla.

sábado, 10 de mayo de 2008

Llenar el depósito... de dinero


Con el petróleo en 126 dólares, el litro de gasóleo en muchos sitios a 1,25 euros y la inflación por encima del 4% ¿qué hay que hacer con el dinero? Fácil. Llenar el depósito, pero no de gasolina, sino de dinero. Las imposiciones a plazo son actualmente la forma más atractiva de obtener cierta rentabilidad por los ahorros. Más vale resguardarse del temporal bursátil y recalar en puertos seguros a la espera de que amaine la tormenta. Pero, primero, hay que ver que la retribución sea interesante: Tiene que estar por encima de la inflación y, además hay que tener en cuenta el tipo de gravamen del 18% para las rentas del ahorro. En la actualidad, en el mercado existen pocas entidades que cumplan esos requisitos --no olvidemos que el precio del dinero está anclado en el 4%--, pero las hay. Es cuestión de buscar y analizar las ofertas porque, en los tiempos que corren, los bancos y las cajas están hambrientos de dinero contante y sonante para capear la crisis del crédito. Se trata de escudriñar el mercado y ¿por qué no? también de llorar un poco ante nuesto banquero de cabecera. Con un poco de suerte, sacará del cajón alguna supeusta oferta limitada para clientes. Quien no llora no mama.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Dichosos 400 euros


Los gestores administrativos advirtieron ayer de que los 400 euros famosos prometidos por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se quedarán en nada para muchos declarantes --pensionistas, salarios bajos, viudas...-- o que pueden ser mucho menos de esa cantidad. ¿Pero no eran 400 euros? Sí, pero la fórmula elegida hace que quienes tienen nóminas en las que se les practica una retención inferior a esa suma, solo se beneficien de esa cantidad. Y si no hay retención salarial, pues no hay descuentos. Por ejemplo, si la cantidad retenida es de 200 euros, la rebaja total será de 200. Y si nuestra nómina carece de retención, aunque declaremos otros ingresos como alquileres o intereses, pues no habrá descuento. Repito, no habrá 400 euros ni siquiera 10. Y eso es así porque, en realidad, no nos encontramos ante una especie de entrega de dividendo o de dinero efectivo --como parecía intuirse de los primeros anuncios--, sino ante un descuento de la retención en la nómina --es decir, para quienes la tengan-- que incrementará ligeramente el sueldo especialmente de junio --porque en ella, si no se producen cambios de última hora-- se aplicará la mitad de la rebaja y entre julio y diciembre la parte restante de manera proporcional cada mes (es decir, un máximo de 33 euro por mes). Si han trabajado solo hasta mayo, se quedan fuera. En resumen, aunque en términos relativos, a menores ingresos, mayor ahorro fiscal, el hecho de que quienes seguramente más lo necesitan no se beneficien de la medida hace que ésta se destape como claramente electoralista --que lo fue-. Es cierto que solo se pueden rebajar impuestos a quienes los pagan, pero creo que ese no fue el mensaje que caló con los famosos 400 euros para todos. Nunca fue más cierto aquello de que "del dicho al hecho hay mucho trecho" y si no que se lo pregunten a muchas viudas que ya se habían hecho ilusiones porque esa cifra hubiera significado prácticamente duplicar sus ingresos mensuales o una paga más.

martes, 6 de mayo de 2008

Otro síntoma de crisis


Hace unos meses que se presiente, pero los datos de paro de abril son reveladores. Por primera vez desde 1996 se produce un aumento del desempleo en un mes que ya suele estar marcado por la pretemporada de verano en las zonas turísticas. Mal síntoma y dato que demuestra que la economía española está claramente destruyendo empleo. La construcción es uno de los sectores que más parados generó el mes pasado, pero cuidado porque también el ramo de los servicios se situó en cabeza. Y, de esta forma, será difícil compensar el varapalo que proviene del parón del ramo del ladrillo. Ni los servicios --el sector con mayor peso-- ni la indsutria parecen en condiciones de absorber las pérdidas de la construcción. Mala cosa. Me temo que durante las próximas semanas se producirán malas noticias sobre impagos de créditos e hipotecas. El desempleo es el principal depreviso de una economía. Sin trabajo no hay gasto, ni consumo ni alegría. Por lo que veo, lo peor está aún por llegar.

jueves, 1 de mayo de 2008

El ajuste de cuentas


Ha pasado ya un año. Es el momento de ajustas las cuentas con Hacienda, aunque, en realidad, la campaña comenzó el pasado uno de abril con el inicio del plazo para confirmar los borradores. La presente campaña presenta una serie de novedades, ya que es la primera tras la primera reforma realizada por el Gobierno socialista. He aquí algunas de las cosas que hay que tener en cuenta. Pero hay otras. El resultado, en principio, es que unos siete millones de ciudadanos quedan exentos de pagar y que siete de cada 10 de los que tributarán lo harán al 24%, el nuevo tipo mínimo. Pero hay una cosa que queda igual que siempre: tres de cada cuatro declaraciones tienen derecho a devolución o, lo que es lo mismo, resulta que financiaron al erario público a interés cero porque se les retuvo más de lo que era necesario. Es un desajuste ancestral que Hacienda debería algún día solventar. O ¿a caso no es injusto que nos devuelvan el mismo dinero que hace un año cuando la inflación se ha comido más del 4% de su valor?