
jueves, 25 de diciembre de 2008
Mira los clientes que tenía Madoff

lunes, 22 de diciembre de 2008
Recortar sin despedir

domingo, 21 de diciembre de 2008
A 10 años del petróleo a 9 dólares

martes, 16 de diciembre de 2008
Coches con enchufe

Mientras Occidente discute cómo ayudar a la industria del automóvil, algunas industrias se apresuran a producir baterías apropiadas para los vehículos del futuro con el objetivo de ganar posiciones en la carrera de los coches verdes. La autonomía de estos vehículos y, por tanto, su éxito, dependerá de sus baterías. Uno de los últimos impulsos proviene de una compañía china, BYD, en la que el multimillonario inversor Warren Buffett adquirió el 10% del capital. Esta firma ha lanzado al mercado el primer coche dual --eléctrico puro e híbrido-- por unos 15.000 euros. Toyota y General Motors no tendrán modelos similares a la venta hasta 2010 y 2011, respectivamente. Es evidente que la tendencia debe de ir por ese camino. Y los fabricantes lo saben de sobra. Toda ayuda o apoyo debe ir por la vía de foementar una nueva estrcutura de la producción. Es posible que la revolución no nazca de la propia industria del automóvil. Los grandes cambios en el sector de las discográficas los provocó Apple con el iPod. Pero la fusión electricidad-vehículos se producirá, lo hagan unos u otros. La necesidad de abandonar el petróleo es urgente, por motivos medioambientales, pero también por motivos de seguridad y garnatías de abastecimiento. Por eso será que el presidente electo Barack Obama ha fichado a un premio Nobel de Física, Seteven Chu, para su equipo. Chu es uno de los grandes especialistas en energías alternativas. En el sector del motor, el futuro depende del enchufe y, a la vez, de una energía que se produza mediante el viento, el sol, el agua y otros elementos renovables más accesibles, baratos y sostenibles.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Wall Street huele mal

martes, 9 de diciembre de 2008
No todo han de ser despidos

lunes, 1 de diciembre de 2008
Y siguen habiendo millonarios

domingo, 30 de noviembre de 2008
¿Quién está en paro, su vecino o usted?

viernes, 28 de noviembre de 2008
Que si los precios suben, que si bajan...

miércoles, 26 de noviembre de 2008
Y tras el ladrillo, la banca

martes, 25 de noviembre de 2008
El contagio pasará a las constructoras

miércoles, 19 de noviembre de 2008
Ayudas anticrisis

lunes, 17 de noviembre de 2008
Crisis ¿hasta cuándo?

miércoles, 12 de noviembre de 2008
Mundo en pasivo

viernes, 7 de noviembre de 2008
'Obamanomics'

Hablar de uno mismo
Hablar de uno mismo se hace difícil, pero creo que es de justicia agradecer al Col.legi d'Economistes de Catalunya, a la Revista Econòmica de Catalunya y a los miembros del jurado del premio Joan Sardà Dexeus 2008 la gentileza que han tenido al otorgarme este galardón. Al margen de las personas que han decidido darme el pemio, también creo que es momento de reconocer al medio en el que trabajo, El Periódico de Catalunya, donde desarrollo buena parte de mi actividad profesional, así como tener un recuerdo para todos mis compañeros, amigos, colegas y familiares que forman parte del ecosistema en el que nos movemos cada día. Recogiendo las palabras que pronunció el exdecano del colegio y actual presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España, Valentí Pich, a quien también se le hizo un reconocimiento público: No creo ser tan mayor ni haber hecho cosas tan importantes como para merecer ésto. Pero, en todo caso, he de admitir que el galardón supone un auténtico chute de adrenalina para seguir trabajando en el mundo de la información económica. Admito que puede parecer poco elegante hacerse autopublicidad, pero, en este mundo tan competitivo, si uno mismo no vende su propia marca-producto, ¿quién cabe esperar que lo haga? aparte de amigos y familiares, claro.
lunes, 3 de noviembre de 2008
Ponerse verde

miércoles, 29 de octubre de 2008
Próxima estación: las tarjetas de crédito

sábado, 25 de octubre de 2008
¿Tiempo para el oro?

martes, 21 de octubre de 2008
Mientras baje el euríbor....

lunes, 20 de octubre de 2008
ING y la caja fuerte

Los gobiernos en los países democráticos y con un mínimo estado del binestar están para proteger a los ciudadanos en los tiempos difíciles. La inyección holandesa de 10.000 millones de euros en ING es una medida de este tipo. Azotado por las caídas bursátiles, el banco holandés no ha tenido más remedio que recibir apoyo público. Es una decisión que, por extensión, persigue dar tranquilidad a los 85 millones de clientes que tiene en todo el mundo --más de 1,7 millones en España--. Hace tiempo que muchas personas se preguntan si el dinero no estaría más seguro en su casa que en un banco. Lo cierto es que no hay garantías al 100% de que no vaya a suceder nada a una entidad financiera, sea la que sea, pero mientras los gobiernos europeos muestren determinación por salvar bancos --especialmente si estos se lo merecen, como parece ser el caso-- no hay que temer. Desgraciadamente, las retiradas masivas de depósitos son las que destruyen a las entidadades e incluso al sistema. Y si se opta por sacar los ahorros del banco ¿qué hace uno con el dinero? ¿A qué entidad puede dirigirse? Son preguntas que muchos se hacen. La confianza es esencial. Esa es la columna vertebral de todo el sistema financiero. Solo hay un elemento a tener en cuenta: el dinero hay que depositarlo en bancos que nos inspiren confianza, esa variable tan depreciada últimamente. Ya sé que es difícil tenerla cuando ni las propias entidades se fían las unas de las otras, pero es imprescindible. Por una vez, pensemos que el Estado --que somos, en el fondo, todos nosotros-- velará por nuestros intereses y que no dejará que quiebren entidades con millones de clientes. Si no somos capaces de creerlo, si ni si quiera nos creemos que el Estado esté dispuesto a salvar a sus ciudadanos, corramos raudos a comprar una caja fuerte, pero eso --tengámoslo en cuenta-- tampoco garantizará la seguridad del dinero en nuestras casas, ya que siempre puede entrar un ladrón y vaciarnos la caja. Y ese dinero guardado en el hogar, a diferencia del que está depositado en un banco, no hay seguro que lo cubra, también tengámoslo en cuenta.
jueves, 16 de octubre de 2008
Don Emilio tiene razón

miércoles, 15 de octubre de 2008
Hacia un nuevo capitalismo

No obstante, lo que es obvio es que no se puede seguir como hasta ahora. La laxitud de las reglas, fomentado por los republicanos en EEUU y sus asesores de la Escuela de Chicago, permitió que surgiera un sistema financiero en la sombra formado por derivados e instrumentos financieros que carecen de todo tipo de control y que, solo cuando la economía real comenzó a dar síntomas de agotamiento, dieron ciertos indicios de su magnitud. Herramientas creadas para cubrir y transferir riesgos de forma eficiente se convirtieron en un elemento más de mercadeo y compra-venta. Al final, nadie sabe a ciencia cierta lo que hay bajo esos derivados porque su transacción permanente hizo que su rastro fuera difícil de seguir. No hay nada peor para restablecer la confianza que desconocer lo que uno posee y, claro está, lo que los otros poseen. Y es lo que les sucede a las entidades financieras. Ellas mismas se volcaron en estos instrumentos que eliminaban los riesgos de sus balances y que les proprocionaban ingresos gracias a la transformación de todo ello en activos negociables.
Hoy ese mercado en la sombra es el que dificulta la mejoría. La bola se hizo tran enorme e incontrolable que se hace imposible de abarcar. Hay quien asegura que solo el valor de los credit default swaps (CDS) --instrumentos que cargaban con el coste de posibles impagos de deuda a cambio de una flujo de ingresos , como una prima de seguro-- supera al del conjunto del producto interior bruto (PIB) mundial. Eran contratos entre dos partes que en muchas ocasiones cubrían riesgos de activos formados por préstamos hipotecarios de baja calidad y que luego fueron dispersándose por todo el mundo sin que comprador y vendedor tuvieran relación alguna. Ni el uno ni el otro sabían, en realidad, lo que tenían entre manos. Solo veían riesgo y, por tanto, elevados rendimientos.
Por todo ello, una vez que se han dado los primeros pasos para restablecer la confianza con medidas que costarán miles de millones de euros de los bolsillos de los contribuyentes, ha llegado la hora de plantearse unas nuevas reglas de juego. Siempre habrá quien descubra caminos para saltárselas, pero lo que es evidente es que hay que ir hacia un capitalismo con reglas globales y no con las normas locales con las que todavía funciona hoy. En un mercado global, normas globales. En eso parece que coinciden personas que piensan de forma muy distinta, desde el primer ministro británico Gordon Brown hasta el presidente francés Nicolas Sarkozy o el expresidente del Gobierno español Felipe González. Esperemos que esta avalancha de reflexiones no acabe como cuando los escándalos contables que eliminaron del mapa a Enron y Arthur Andersen hace siete años: una norma parcial que solo unos pocos entienden. Ahora es preciso un ordenamiento global en cuyo redactado participen el máximo de países.
lunes, 13 de octubre de 2008
Krugman gana a los neoliberales

domingo, 12 de octubre de 2008
Recetas anticrisis a la europea
¿Será efectivo? Si nos tenemos que ceñir a la reacción inmediata de las bolsas, no nos fiemos. Tanto pueden subir como bajar, sin atender a razones. En todo caso, más nos valdrá un veredicto positivo que uno negativo. Sobre el papel, la deuda que emitan las entidades bancarias será, al menos hasta el 31 de diciembre del año que viene, como bonos del Tesoro e igual sucederá con los préstamos entre los bancos. Ese es uno de los puntos que acrodaron el domingo los jefes de Estado y de gobierno del Eurogrupo, lso 15 que funcionan con la moneda única ¿Bastará eso para que vuelva la confianza? Veremos. Por lo pronto habría que realizar una buena purga en los bancos y depurar responsabilidades. En definitiva, que los magos de Wall Street y los ingenieros de la basura subprime no se puedan ir de rositas, por ejemplo. Lo que han provocado hicieron es demasiado grande y grave y tiene un precio: 1,4 billones de dólares as escala mundial y subiendo. En cualquier caso, las medidas acordadas por el Eurogrupo huelen como a borde de precipicio. Si no funcionan, los resortes públicos para frenar una recesión global quedarán muy limitados. Más nos vale que sirvan para que se restaure la confianza, pero, a la vez, habrá que reescribir las reglas del juego del capitalismo. No es lógico que siempre acaben pagando los mismos ¿no creen?
jueves, 9 de octubre de 2008
Me temo que las hipotecas....

Una acción concertada sin prercedentes sirvió para que los principales bancos centrales bajaran el precio del dinero. Pero esa es la rebaja de un bien que, en algunos casos, es escaso. Solo con más inyecciones de capital para reanimar el mercado interbancario --que carece de la financiación de fondos exteriores de la que vivió hasta el verano del año pasado-- permitirá que el recorte se traslade a las hipotecas. Y eso, me temo, que no será a muy corto plazo. Los bancos se prestan, si es que lo hacen, el dinero a un año a más del 5%, que contrasta con el 3,75% fijado por el Banco Central Europeo. Y esa es la referencia para quienes pagan un préstamo hipotecario a cuyo interés hay que sumar un diferencial que puede llegar a ser de un punto o más. De todas formas, la bajada del precio oficial del dinero, aunque tardía, puede contribuir a solucionar un crisis que carece de precedentes y que no acabará hasta que los bancos hayan restablecido sus cuentas, para lo que los bancos centrales aún tendrán que tener lista la cartera e inyectar fondos. Habrá que esperar. Además, hay otro aspecto que no se mide con dinero, pero que lo encarece, y que cuesta mucho de restablecer. Esa variable es la confianza. Y esa aún tardará en recuperarse.
martes, 7 de octubre de 2008
Las europas bancarias


jueves, 2 de octubre de 2008
miércoles, 1 de octubre de 2008
Liberalismo de quita y pon

¡Qué curioso! Parece que hoy apenas hay liberales o que quienesse proclamaban como tales han dejado de serlo. Hasta el más recalcitrante de los defensores de un mercado sin reglas se ha vuelto protector. No pensaban lo mismo cuando ganaban mucho dinero. Hoy, ante la crisis del sistema, prefieren el intervencionismo o, lo que es lo mismo, que con los recursos que aportan todos los contribuyentes se socialicen las pérdidas ocasionadas por la insacible sed de ganancias de unos pocos. Y lo lograrán. En el fondo, más nos vale. Alguien --una persona con un cargo importante, aunque con sensibilidad de izquierdas-- me decía el otro día que en la actual coyuntura es malo actuar, pero también lo es no hacerlo. Por eso, es preferible salvar el sistema que dejarlo caer, porque ese desplome nos arrastraría a todos, especialmente a quienes no contribuyeron al desastre. ¿Saben lo peor de todo? Pues que una vez que se supere el trance, esos liberales que hoy se han puesto el disfraz de intervencionistas, volverán a ponerse la camiseta del libre mercado, del todo vale. Entonces, ante la perspectiva de volver a tener beneficios, se olvidarán del Estado y de socializar. Y es que las ganancias prefieren individualizarlas, es decir, quedárselas ellos. Por todo eso hay que aprovechar las posibles reformas que se introduzcan para limitar sus abusos. El mercado --es decir, ellos-- ya se encargarán de encontrar vías de escape para provocar otra futura hecatombe que habrá que socializar. Siempre lo han hecho. Y entonces, vuelta a empezar.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Hacia una nueva burbuja

viernes, 19 de septiembre de 2008
La factura de la crisis

jueves, 18 de septiembre de 2008
Crisis, 'ninjas' y otros defectos del sistema

martes, 16 de septiembre de 2008
¿Quién pagará por Lehman Brothers?

martes, 9 de septiembre de 2008
Google reta al reino 'offline' de Microsoft

Google no solo ha creado un navegador propio, el Chrome, como medida ofensiva sino defensiva frente a Mocrosoft. Lamisma compañía lo ha admitido. Con la iniciativa de un navegador propio, que en realidad es una especie de sistema operativo o plataforma en la red para trasladar a internet todas las aplicaciones, pretende frenar la posibilidad de que el gigante de Seattle creado por Bill Gates traslade su primacía en sistemas operativos y aplicaciones al terreno on line. ¿Recuerdan lo que sucedió con el navegador Netscape, que era el líder, y fue literalmente aplastado por Microsoft al incluir esta compañía su propio navegador, el Explorer, en el sistema operativo de la mayoría de los ordenadores del planeta. Así se deshizo de un rival que le había ganado la partida. Google ya tiene una serie de aplicaciones con las que convierte la red en un sistema operativo universal, aunque apenas ha restado clientes a su competidor. Microsoft podría tener la tentación de crear una plataforma para internet propia siguiendo la misma política que siguió con el Explorer. De hecho, ya trató de ganar peso en internet con la compra, hasta ahora fallida, de Yahoo. Ante todo ello, Google ha movido ficha para retener su liderazgo en la red y, de paso, tratar de quitar peso a Microsoft en su reino offline. Veremos cuáles son los próximos capítulos de esta nueva batalla por el liderazgo en internet...
martes, 2 de septiembre de 2008
Nuevo curso con incertidumbres

Un retorno con dudas e incertidumbres. Septiembre empieza con un auténtico mazazo en forma de un paro registrado desbocado, que supera con creces los 2,5 millones de desempleados. Más noticias negativas están por venir con la entrada del nuevo curso, porque la crisis todavía no ha tocado fondo. La situación de las empresas constructoras-promotoras no mejora tampoco y suenan tambores nuevos posibles concursos de acreedores. Con todo este ambiente, habrá que recargar bien las pilas y empezar a buscar y rastrear en busca de noticias positivas, con tal de remontar el ánimo, porque en esto de la economía, las expectativas y la confianza tienen mucho que aportar y, no lo olvidemos, los ciclos económicos, en los que se pase del auge a la depresión y viceversa, siguen existiendo, mientras que no se demuestre lo contrario.
domingo, 24 de agosto de 2008
Energía como alternativa

En tiempos convulsos como los que corren es preciso buscar alternativas para la inversión. Y una de ellas es la energía, pero no la tradicional, sino las alternativas. Pero, coomo sucede con todos los sectores emergentes, los precios alcanzados por estas compañías huelen en muchos casos algo a burbuja. No es que se puedan comparar con la construcción, pero sí que hay mucho de suflé mucho aire entre el precio actual y el que tendrían que tener. Por lo tanto, ojito porque no es oro todo lo que, en apariencia, reluce. Pero cuando infinidad de compañías, incluida la todopoderosa Google, se han volcado en investigar, invertir y apostar por las fuentes alternativas al petróleo, desde la eólica hasta el hidrógeno, es que algo hay. Lo que pasa es que muchas de ellas están en sus inicios. Por ejemplo, la solar fotovoltaica: Para generar un megavatio de esta energía se precisan hasta tres hectáreas de terreno, cuando con un único aerogenerador se puede alcanzar una potencia de más del triple. Hay que estar atentos a las posiblidades de cada energía. Peo, en todo caso, aunque seguramente la acciones de muchas de estas compañís protagonizarán algún nuevo susto en los mercados --es ley de vida bursátil, las modas generan euforias y estas povocan posteriores depresiones-- estamos ante un sector con un gran futuro. Hay que seguir este tipo de compañías y hacer apuestas tras haberles hecho un seguimiento serio para distinguir,como en todos los sectores, el grano de la paja. Y seguro que hay mucha paja, pero también grano. Suerte.
viernes, 8 de agosto de 2008
¿Funcionarios o servidores públicos?

Criticados, vilipendiados y denostados. Los funcionarios suelen ser objetivo de animadversión por parte de todo el mundo. Pero, no es de extrañar. Son el único colectivo que tiene garantizado el empleo de por vida. Es cierto que suelen cobrar menos que la media, pero la contrapartida de la que disfrutan es la estabilidad. Son, también, quienes mejor pueden beneficiarse de las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar; a quienes más protegen los sindicatos por su capacidad de movilización, , quienes pueden escoger enter prestaciones sanitarias públicas o privadas o planes de pensiones complementarios sin apenas esfuerzo o quienes más carecen de incentivos o estímulos para dar un buen servicio: Por mal que lo hagan tienen garantizado el empleo. No estaría mal caminar hacia un concepto distinto del español. La propia palabra, funcionario, viene a significar algo así como una actividad meramente instrumental, sin planificación ni estrategia. Yo apostaría por la filosofía anglosajona de civil servant, es decir, servidor público o civil. No en vano los funcionarios perciben su sueldo de lo que los demás pagamos a través de los impuestos. Los políticos, muchos de ellos funcionarios, los suelen utilizar, como hacen con los jubilados, para ganar elecciones, es decir, como meros instrumentos. Igual que cuando les congelan el sueldo para demostrar que aplican la austeridad en el gasto. Temen, a la vez, tocar cualquier privilegio del colectivo, mientras que amplían la nómina pública con cargos de confianza, asesores, amigos y consejeros que, en muchos casos empiezan como temporales y que a veces acaban convertidos en nuevos contratos indefinidos, y, por tanto, intocables. Eso demuestra o que el sector público supone un buen cobijo para los amigos de quienes tienen el poder o que, a pesar de los millones de funcionarios existentes, los políticos no se fían y prefieren practicar el amiguismo o fichar a personajes de prestigio. A nadi se le escapa que la palabra funcionario irradia muchas connotaciones negativas, pese a que, como en todos los colectivos, hay persona de todo tipo. En todo caso, ya sería hora de que empezara a debatirse sobre la posibilidad de que el estatuto incomparable de estabilidad y ventajas del que disfruta el funcionariado con respecto al resto de los trabajadores fuera modificado. En resumen, no me parecería mal que cobraran más, pero que, como contrapartida, asumieran riesgos como el resto de trabajadores, entre ellos el despido, y que dispusieran de incentivos para dar un buen servicio. Para eso también tiene que cambiar la mentalidad de ese ente amorfo que se denomina Administración y la de sus principales gestores, que a veces parece disponer de vida propia o funcionar por mera inercia. Seguro que así en lugar de funcionarios contaríamos o disfrutaríamos de las ventajas de tener unos auténticos servidores públicos ¿Qué les parece?
martes, 5 de agosto de 2008
La banca gana

Lo que voy a decir tal vez sorprenderá. Y más en los tiempos críticos que corren para el sistema financiero. Pero la banca siempre gana. Habrá algunas entidades que sufrirán --números cantan--, pero lo cierto es que pocas actividades privadas son capaces de transferir los riesgos y fallos propios al resto de la sociedad. Cuando una entidad de cierta dimensión tiene dificultades el banco central del país en cuestión corre raudo a facilitar fondos --que son de todos-- para evitar que el colapso de uno afecfe a todo el sistema. Y eso es lo que está sucediendo y, mucho me temo, que sucederá ¿No fueron los bancos los primeros que acudieron prestos a proporcionar préstamos hipotecarios por encima del 100% del valor de la vivienda? ¿Son esos mismos los que ahora no dejan dinero ni a quien lo tiene y, en cambio, reclaman fondos a todo aquel con el que se tropiezan? Si alguien es responsable de haber dejado a quien no debía es la banca. ¿O acaso es culpable aquel que pedía el dinero y se lo prestaban? Bueno. Lo cierto es que esto es solo una pataleta, porque, tal como funciona todo, es difícil que, en caso de dificultades de una entidad, no tengamos todos que correr para poner dinero. En todo caso, lo que hay que reclamar es una supervisión potente y consistente para evitar, en la medida de lo posible, que se produzcan sorpresas desagradables en forma de aportación pública para salvación privada. He dicho.
lunes, 4 de agosto de 2008
Más paro, menos renta...

jueves, 31 de julio de 2008
Billetes de avión con trampa

Bienvenidos al mundo de las trampas aeronáuticas. Vueling, ese proyecto de aerolínea que acabará fundiéndose con Clickair --su principal rival-- para ver si entre las dos pueden salvarse, ha descubierto, como han hecho otras compañías, el secreto para ingresar más y reducir pérdidas: Cobrar de forma tramposa y casi ilimitada por las maletas. No conformándose con cargar 10 euros por bulto --de equipaje, se entiende-- al realizar la reserva por internet --que se convierten en 20 por cada maleta por la que nos se les ha avisado de antemano-- ahora cargan por el exceso de peso 8 euros por cada kilo que supere el límite. En resumen, un sobrepeso de 8 kilos se traduce en 64 euros --más de 10.000 pesetas por si no quedaba claro--. Y no es un invento o especulación. Lo sé a ciencia cierta porque lo he vivido ¿Qué será lo siguiente? ¿Abroncar al pasajero antes de subir al avión por no haber advertido de antemano de que llevaría una maleta más? ¿Pagar un plus por poder sentarse o poder escuchar el MP3? ¿Llegar cinco horas antes del embarque para que no nos penalicen? ¿Cobrar un bvuen recargo por la tabla de surf como hace Easyjet? Señores. Así no van bien las cosas. ¿De qué nos sirve un billete barato si luego los distintos recargos --carburante, maletas, seguros, por pago con tarjeta, por gastos de gestión y demás- cuestan más que el billete en sí, cuando no hacen que este acaba costando el doble o más de lo que habíamos previsto? Entiendo que el petróleo no deja margen para mucho low cost, pero al menos no camuflen la realidad y engañen a los pobres pasajeros que empiezan pensando que el billete les costará 30 euros por trayecto y, finalmente, acaban pagando hasta 100 o más. Eso no es servicio. Eso es trampa.
miércoles, 30 de julio de 2008
¿Es obligatorio comprar el iPhone?

Realmente vivimos en una sociedad vícitma del consumismo y de las marcas comerciales. En los últimos días, me viene a la cabeza una pregunta: ¿Es obligatorio comprar el iPhone de Apple? Lo digo porque se me acercan personas vedaderamente desesperadas porque han acudido a una tienda de Movistar, la filial de Telefónica que comercializa estos dispositivos en España, y se han encontrado con que, según les han dicho, la demanda no cubre la oferta. En resumen, que se les han acabado los modelos. "Vuelva usted mañana a ver si hay suerte" les dicen ¿No será el viejo truco de promover la escasez para provocar aún más necesidad? El mercado está lleno de terminales de móvil. Es cierto que pocos ganan en originalidad de diseño al iPhone. Otra cosa son las prestaciones. No olvidemos que la gran apuesta de Apple tiene defectos, desde una escasa duración de la batería hasta otros que han comentado muchos especialistas. El gran triunfo de Apple no es tener clientes sino seguidores, fans. Ahí radica la clave de su éxito. Si uno trata de evitar la gran oleada de mensajes a favor del iPhone, se da cuenta de que en el mercado hay otras opciones que tal vez son incluso mejores. La técnica de dejar sin cubrir toda la demanda no es nueva. La emplean las mejores marcas comerciales, desde Zara con determinados modelos, hasta los fabricantes de videoconsolas. Se trata de provocar ansiedad y necesidad de comprar el producto. Por parte del usuario, la mejor defensa es plantearse si es imprescindible sufrir tanto por un dispositivo que, en realidad, ofrece cais lo mismo que el resto con la diferencia de que uno se convierte en prisionero del formato, el auténtico negocio de Apple. No es que el iPhone me parezca feo o deplorable. Al contrario. Alabo el ingenio y diseño de Apple. Lo que me pregunto es si merece la pena sufrir por conseguirlo. Sinrecaramente, creo que no. En el mercado hay muchos móviles, reproductores de MP3 y demás entre los que elegir. Seguro que si bajanlas peticiones en las tiendas de Movistar empezarán a aparecer cajas llenas de iPhone.
martes, 22 de julio de 2008
De negro al rojo
En solo un año, el Estado ha pasado de un superávit de más de 5.000 millones de euros a un déficit de más de 4.000, el primero en tres años. Es uno de los principales indicadores de que la economía no solo se desacelera sino que se ha frenado. Lo advertíamos hace unas semanas: Menor actividad, menos impuestos. Y así ha sido. La crisis que sufren las arcas autonómicas por la caída de ingresos procedentes de la actividad inmobiliaria ha impactado de llego en las cuentas del Estado. El encarecimiento del petróleo y unos menores ingresos por el IVA y el tributo que grava los beneficios de las empresas han devuelto a los presupuestos del Estado su color rojo tradicional. El negro era transitorio. No hay nada de malo en que el Estado gaste más de lo que ingresa cuando la economía va mal. Es una forma de animarla. Pero, mucho me temo, que medidas como los 400 euros --que en realidad son 200 en junio y 33,33 cada mes entre julio y diciembre-- poco harán por aumentar la actividad y, en cambio, han reducido la hucha del Estado. Por cierto, esa suma todavía no se ha computado en la ejecución presupuestaria hasta junio. Quizás por eso el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, ya admitía el pasado lunes que este año se puede cerrar el ejercicio con un déficit "moderado". Me temo que será más que moderado porque a los gastos como los 400 euros se sumarán fuertes aumentos de las partidas destinadas a cubrir el desempleo. Y cuando las cuentas no cuadran solo hay dos formas de que lo hagan: más ingresos o menos gasto. Las subidas de impuestos pueden ser un camino y advertencias como las de Bruselas en el sentido de que los carburantes y el tabaco están menos gravados en España pueden ser una excusa de gran ayuda en la actualidad para el Gobierno. Los impuestos indirectos son una posibilidad porque se notan algo menos que los directos, aunque inciden en el precio final y, por tanto, en el ánimo de los ciudadanos. En el otro lado, solo queda la posibilidad de recortar gastos corrientes, como salarios o compras de bienes y servicios, publicidad y demás porque reducir inversiones no haría más que desestimular aún más la economía. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, tendrá que demostrar que puede cuadrar el círculo. Pronto verenos qué hace para que unas cuentas que se han teñido de rojo vuelvan al color negro o, al menos, reduzcan la intensidad de ese encarnado que tanto desánimo produce.
lunes, 21 de julio de 2008
Una buena purga

Los excesos se pagan. Y la construcción está llena de ellos. Basta con mirar alrededor y contar grúas y edificios. En las etapas de bonanzas no vi a ningún constructor ni promotor que pidiera ayuda al Gobierno. Eran todos muy liberales. Es ahora que la piden. Ahora que no venden un piso recuerdan al Estado o, mejor dicho, los impuestos que pagamos entre todos. Mal haría un Gobierno si, con el dinero de todos, ayudara a purgar excesos privados. El Estado tiene la obligación de proteger mediante un seguro a todos aquellos que se queden en el paro y por el que cotizaron cuando tenían empleo. Pero es que el sector del ladrillo gusta de socializar las pédidas, pero no esos ingentes beneficios que se embolsaron a lo largo de varios años. No todos los promotores y constructores están igual de mal. Los hay que supieron evitar la tentación de ganar hasta el último euro y entrevieron que no siempre se podía subir sin límites y tomaron medidas preventivas hasta de que llegar al crisis. Los que piden ayuda son aquellos que emprendieron obras, se endeudaron --con la complicidad de una banca ávida de beneficios-- con el objetivo de exprimir hasta el último céntimo de la etapa de expansión. Yo no digo que se les deje morir, tal vez puede haber fórmulas de que se reconviertan algunas viviendas en pisos protegidos, pero perdiendo el promotor muchas de sus ventajas. Pero de ahí a que el Estado aporte recursos para que algunos no tengan que acudir al concurso de acreedores, hay un enorme trecho. El sector, lo dijo el vicepresidente económico, Pedro Solbes, requiere una buena purga. O ¿a caso no la sufre una familia que ha abusado del endeudamiento para llevar una vida a un ritmo elevado?
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