jueves, 28 de octubre de 2010

Adelgazar el Estado

Es evidente que hay que adelgazar el Estado. Los distintos niveles de administración producen ineficiencias por superposición de competencias, de medios y efectivos. Crecen las plantillas y los recursos en todos los ámbitos, con el correspondiente derroche y dilapidación del dinero de todos. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha planteado la necesidad de reformar el sistema para salvar la unidad de mercado que, a su entender, está en peligro. Lo hizo durante el XIII Congreso de la Empresa Familiar en Santander. Pero ¿se refería Rajoy a reducir el peso de las autonomías? Es frecuente que cuando se lanza un mensaje de este tipo se esté pensando en una mayor centralización, es decir, en devolver competencias al centro en detrimento de la periferia. Pero pienso que si se tiene asumido que el proceso de descentralización es inherente al Estado que nos hemos otorgado, el que debe reducir su peso es el centro o debería haberlo hecho a medida que se transferían competencias a la periferia y cetnrar su labor en la coordinación y las facultades esenciales que debe controlar. Carece de sentido que la Administración central cuente casi con el mismo despliegue de recursos que cuando tenía todas las competencias. Lo que se está haciendo es duplicar y superponer y eso es antieconómico. Si las autonomías tienen plenas competencias sanitarias ¿por qué existe una estructura como la del ministerio de Sanidad si bastaría con un ente coordinador? Y no es el único ejemplo. Eso sí, aunque el poder se centrifugue, debe primar el sentido común y debe existir cierta armonización regulatoria y normativa para que la economía funcione ¿No es eso lo que está haciendo la Unión Europea (UE)?

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