martes, 20 de septiembre de 2011

Decisiones en cámara lenta

Gobernar es decidir. Es optar por una vía en contra o en lugar de otra. Los líderes europeos no parecen entenderlo. Cualquiera, desde los expertos a los mercados, se ha anticipado hasta ahora: habrá que ayudar a Irlanda, lo mismo habrá que hacer con Portugal, con Grecia. Primera reacción: negativa. Siguiente: silencio. Último paso: Reconocimiento ¿Por qué tanta demora? Tomar decisiones requiere agilidad. La parálisis por el análisis puede desembocar en catástrofe, como saben expertos en la la materia como el profesor del IESE, Miguel Ángel Ariño. Tantos retrasos, tantas indecisiones no hacen más que complicarnos la vida a todos. Ahora la agencia de calificación Fitch asegura que Grecia hará suspensión de pagos, pero no saldrá del euro. No es el primero que lo dice. Ya son muchos. Si todos saben que es imposible que Atenas pueda cumplir con el 100% de sus compromisos ¿por qué no renuncian las autoridades alemanas y francesas, que representan a los bancos con más riesgo en Grecia, a sus intereses nacionales y, aunque sea por una vez, piensan en términos europeos? Mejor una suspensión de pagos ordenada que un sálvese quien pueda. O ¿no?

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