lunes, 18 de julio de 2011

Tragedias griegas y dramas españoles

Realmente, la tragedia la viven los griegos: recortes, ajustes, sangre, sudor y lágrimas. Pero también los españoles vivimos, quizás no una tragedia, pero sí un drama. Tras unos resultados bastante positivos de los tests de solvencia de los bancos, ahora resulta que no basta y que España tiene que pagar para financiarse más del doble que Alemania. Y la presión parece que no se acaba. Los mercados, esos ansiosos acreedores que no parecen tener límite al tratar de ahogar a los deudores, saben que, al final, siempre paga alguien la factura, es decir, los contribuyentes europeos. Y mientras Europa se revela una vez más incapaz de frenar esta espiral de ataques sobre los países que se perciben en situación más débil por primar más los intereses nacionales que los colectivos. Si la cumbre del jueves 21 fracasa y no hay más unión que desunión, nos esperan tiempos realmente difíciles y del drama pasaremos a la tragedia.

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